product
2160306Autoestimahttps://www.gandhi.com.mx/3bcaf89d-c2be-3650-90bd-33b92d94c5f6/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1883785/ebb8f22e-3ef6-4562-b474-468688730309.jpg?v=6383421191630700003939MXNCerrando Círculos DigitalInStock/Ebooks/<p>Quizás uno de los temas más populares en psicología es el concepto de autoestima: se utiliza en cursos, revistas, terapias, libros y hasta en las charlas de café. Generalmente se mal emplea, se mal entiende y por tanto se mal logra. Y ahí estamos muchos de nosotros, todos atolondrados, visualizando y decretando yo me amo, valgo chorros, estoy súper bien, y al mismo tiempo evadiendo el recóndito sentimiento de no ser competentes para afrontar los retos que la vida nos pone, el malestar de tener que renunciar a sueños legítimos que hemos venido posponiendo, y el desasosiego de seguir aceptando situaciones lastimosas que no sabemos frenar. Todo esto como parte de un paquete que merecemos, pensamos, porque no podemos aspirar a algo mejor. Nada tengo en contra de las visualizaciones y los decretos (sin ser la más asidua practicante de los mismos). Pero lo que sí tengo claro es que la comprensión de la autoestima como concepto, y su asimilación como proceso, es mucho más que un deseo, un sentimiento o una opinión personal. Y es que la autoestima es una poderosa fuerza motivadora interna que nos inspira a actuar a favor de nosotros mismos y de los demás. Veremos a lo largo de estas páginas que la fuerza que deviene de la autoestima no se obtiene mágicamente, ni depende sólo de cómo nos hayan querido y cuidado nuestros papás. Sin duda, un sin fin de factores se concatenan para reconocernos competentes y valiosos, pero existen acciones concretas que nos facilitan el trabajo, como adultos responsables, de nuestra estima personal. Comencemos pues con nosotros mismos.</p>...2070327Autoestima3939https://www.gandhi.com.mx/3bcaf89d-c2be-3650-90bd-33b92d94c5f6/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1883785/ebb8f22e-3ef6-4562-b474-468688730309.jpg?v=638342119163070000InStockMXN99999DIEbook20216561000000916_W3siaWQiOiI4MmVlOWRhMS0xNGY3LTRmZDEtOTczYi0yMmI1ODMwYmRkNzUiLCJsaXN0UHJpY2UiOjM5LCJkaXNjb3VudCI6MCwic2VsbGluZ1ByaWNlIjozOSwiaW5jbHVkZXNUYXgiOnRydWUsInByaWNlVHlwZSI6Ildob2xlc2FsZSIsImN1cnJlbmN5IjoiTVhOIiwiZnJvbSI6IjIwMjQtMDQtMTZUMjI6MDA6MDBaIiwicmVnaW9uIjoiTVgiLCJpc1ByZW9yZGVyIjpmYWxzZX1d6561000000916_<p>Quizás uno de los temas más populares en psicología es el concepto de autoestima: se utiliza en cursos, revistas, terapias, libros y hasta en las charlas de café. Generalmente se mal emplea, se mal entiende y por tanto se mal logra. Y ahí estamos muchos de nosotros, todos atolondrados, visualizando y decretando yo me amo, valgo chorros, estoy súper bien, y al mismo tiempo evadiendo el recóndito sentimiento de no ser competentes para afrontar los retos que la vida nos pone, el malestar de tener que renunciar a sueños legítimos que hemos venido posponiendo, y el desasosiego de seguir aceptando situaciones lastimosas que no sabemos frenar. Todo esto como parte de un paquete que merecemos, pensamos, porque no podemos aspirar a algo mejor. Nada tengo en contra de las visualizaciones y los decretos (sin ser la más asidua practicante de los mismos). Pero lo que sí tengo claro es que la comprensión de la autoestima como concepto, y su asimilación como proceso, es mucho más que un deseo, un sentimiento o una opinión personal. Y es que la autoestima es una poderosa fuerza motivadora interna que nos inspira a actuar a favor de nosotros mismos y de los demás. Veremos a lo largo de estas páginas que la fuerza que deviene de la autoestima no se obtiene mágicamente, ni depende sólo de cómo nos hayan querido y cuidado nuestros papás. Sin duda, un sin fin de factores se concatenan para reconocernos competentes y valiosos, pero existen acciones concretas que nos facilitan el trabajo, como adultos responsables, de nuestra estima personal. Comencemos pues con nosotros mismos.</p>(*_*)6561000000916_<p>Quizás uno de los temas más populares en psicología es el concepto de autoestima: se utiliza en cursos, revistas, terapias, libros y hasta en las charlas de café. Generalmente se mal emplea, se mal entiende y por tanto se mal logra. Y ahí estamos muchos de nosotros, todos atolondrados, visualizando y decretando yo me amo, valgo chorros, estoy súper bien, y al mismo tiempo evadiendo el recóndito sentimiento de no ser competentes para afrontar los retos que la vida nos pone, el malestar de tener que renunciar a sueños legítimos que hemos venido posponiendo, y el desasosiego de seguir aceptando situaciones lastimosas que no sabemos frenar. Todo esto como parte de un paquete que merecemos, pensamos, porque no podemos aspirar a algo mejor. Nada tengo en contra de las visualizaciones y los decretos (sin ser la más asidua practicante de los mismos). Pero lo que sí tengo claro es que la comprensión de la autoestima como concepto, y su asimilación como proceso, es mucho más que un deseo, un sentimiento o una opinión personal. Y es que la autoestima es una poderosa fuerza motivadora interna que nos inspira a actuar a favor de nosotros mismos y de los demás. Veremos a lo largo de estas páginas que la fuerza que deviene de la autoestima no se obtiene mágicamente, ni depende sólo de cómo nos hayan querido y cuidado nuestros papás. Sin duda, un sin fin de factores se concatenan para reconocernos competentes y valiosos, pero existen acciones concretas que nos facilitan el trabajo, como adultos responsables, de nuestra estima personal. Comencemos pues con nosotros mismos.</p>...6561000000916_Cerrando Círculos Digitallibro_electonico_3bcaf89d-c2be-3650-90bd-33b92d94c5f6_6561000000916;6561000000916_6561000000916Tere DíazEspañolMéxicohttps://getbook.kobo.com/koboid-prod-public/sextilonline-epub-e31dc71a-5349-488a-9cc9-8a7e03253d63.epub2021-05-31T00:00:00+00:00Cerrando Círculos Digital