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529447A la mesa con Darwinhttps://www.gandhi.com.mx/a-la-mesa-con-darwin/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1817003/81089faf-4c54-4735-8fd6-ef28dad16c2f.jpg?v=638494252833100000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6620764/9786077476979.jpg?v=638659034465530000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6741444/9786077476979.jpg?v=638706872537070000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6865698/9786077476979.jpg?v=638750976178230000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6917761/9786077476979.jpg?v=638763591665400000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6933567/9786077476979.jpg?v=638767026049730000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6935653/9786077476979.jpg?v=638767245070300000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6953578/9786077476979.jpg?v=638769085843930000MXNArielOutOfStock/Libros/<p>¿Qué tienen en común los huevos, la leche y la harina? Si disfrutas cocinar, inmediatamente reconocerás que estos son los ingredientes principales de las crepas, pero también hay otra respuesta mucho más interesante.</p><p>Los huevos, la leche y las semillas (con las que se hace la harina) fueron diseñados por la evolución para alimentar a la descendencia. De hecho, todo lo que comemos tiene una historia evolutiva.</p><p>Nuestros supermercados está llenos de productos de la evolución, aunque las etiquetas de las carnes de ave no nos lo señalen con una fecha de caducidad jurásica ni los letreros del pasillo de frutas y verduras delaten el hecho de que el maíz tiene una historia de selección artificial que los americanos precolombinos realizaron durante 6 000 años.</p><p>La lista de compras, cada receta, cualquier menú y todos los ingredientes culinarios contienen una invitación secreta para sentarse a la mesa con el padre del conocimiento evolutivo, Charles Darwin. </p>525377A la mesa con Darwin100399https://www.gandhi.com.mx/a-la-mesa-con-darwin/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1817003/81089faf-4c54-4735-8fd6-ef28dad16c2f.jpg?v=638494252833100000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6620764/9786077476979.jpg?v=638659034465530000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6741444/9786077476979.jpg?v=638706872537070000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6865698/9786077476979.jpg?v=638750976178230000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6917761/9786077476979.jpg?v=638763591665400000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6933567/9786077476979.jpg?v=638767026049730000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6935653/9786077476979.jpg?v=638767245070300000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6953578/9786077476979.jpg?v=638769085843930000OutOfStockMXN0FITapa blanda1a Edición20199786077476979_<p>¿Qué tienen en común los huevos, la leche y la harina? Si disfrutas cocinar, inmediatamente reconocerás que estos son los ingredientes principales de las crepas, pero también hay otra respuesta mucho más interesante.</p><p>Los huevos, la leche y las semillas (con las que se hace la harina) fueron diseñados por la evolución para alimentar a la descendencia. De hecho, todo lo que comemos tiene una historia evolutiva.</p><p>Nuestros supermercados está llenos de productos de la evolución, aunque las etiquetas de las carnes de ave no nos lo señalen con una fecha de caducidad jurásica ni los letreros del pasillo de frutas y verduras delaten el hecho de que el maíz tiene una historia de selección artificial que los americanos precolombinos realizaron durante 6 000 años.</p><p>La lista de compras, cada receta, cualquier menú y todos los ingredientes culinarios contienen una invitación secreta para sentarse a la mesa con el padre del conocimiento evolutivo, Charles Darwin. </p>9786077476979_Arieloferta_9786077476979_9786077476979150.0000x230.0000x16.0000Jonathan SilvertownEspañolMéxico2019-05-15T00:00:00+00:00288150.0000230.0000455.000016.0000Ariel