product
4841077BUTEShttps://www.gandhi.com.mx/butes-9788496867819/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/4053022/9788496867819.jpg?v=638430288751470000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1471719/fc5dd723-f8e3-477a-b61d-7fc032916234.jpg?v=638338183171000000179179MXNSexto pisoInStock/Libros/Literatura y novelas//Libros/Tres fueron los hombres que se enfrentaron al embrujo de las sirenas, esas extrañas aves que atraían irremediablemente a los marineros con su canto: Ulises, que tomó la precaución de hacerse atar de pies y manos al mástil de su navío, escuchó y sobrevivió; Orfeo, que en la expedición de los argonautas vislumbró el mortal peligro de su música y lo neutralizó con las notas de su cítara; y butes, navegante y compañero del anterior en la misma aventura, que sucumbió al hechizo y se arrojó de la nave. Quignard rescata el acto de este personaje marginal de la mitología griega, -un olvidado del recuerdo del mundo-, sin pretender jamás descifrarlo. Lo utiliza como paradigma de la -renuncia a la sociedad de los que hablan-. Mientras que Ulises se las arregla para no renunciar a nada —consigue escuchar a las sirenas y también regresar a casa—, butes accede al gran silencio mediante una música animal, que se opone a la bella mesura de la música órfica. En la misma línea de Michelstaedter, Quignard plantea la dicotomía de elegir entre el salvaje nihilismo del instante o la cómoda muerte por anquilosamiento a manos de las formas sociales. En estos tiempos en los que hasta la propia disidencia está definida como parte de la renovación del sistema, existen por fortuna, a manera de respiro, algunos antiguos contemporáneos como Quignard, uno de los pocos -escritores más silenciosos que los demás, en páginas más mudas todavía-623809BUTES210280https://www.gandhi.com.mx/butes-9788496867819/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/4053022/9788496867819.jpg?v=638430288751470000InStockMXN10FITapa blanda831969Butes179179https://www.gandhi.com.mx/butes-9788496867819/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1471719/fc5dd723-f8e3-477a-b61d-7fc032916234.jpg?v=638338183171000000InStockMXN99999DIEbook1a Edición20119788416358298_W3siaWQiOiJmZThjNTAyMS1hNjc2LTQ4ZmUtYmJjNy1iYTgwMjg5YTU2NmIiLCJsaXN0UHJpY2UiOjE3OSwiZGlzY291bnQiOjAsInNlbGxpbmdQcmljZSI6MTc5LCJpbmNsdWRlc1RheCI6dHJ1ZSwicHJpY2VUeXBlIjoiQWdlbmN5IiwiY3VycmVuY3kiOiJNWE4iLCJmcm9tIjoiMjAyNC0wNC0xOFQwNDowMDowMFoiLCJyZWdpb24iOiJNWCIsImlzUHJlb3JkZXIiOmZhbHNlfV0=9788496867819_Tres fueron los hombres que se enfrentaron al embrujo de las sirenas, esas extrañas aves que atraían irremediablemente a los marineros con su canto: Ulises, que tomó la precaución de hacerse atar de pies y manos al mástil de su navío, escuchó y sobrevivió; Orfeo, que en la expedición de los argonautas vislumbró el mortal peligro de su música y lo neutralizó con las notas de su cítara; y butes, navegante y compañero del anterior en la misma aventura, que sucumbió al hechizo y se arrojó de la nave. Quignard rescata el acto de este personaje marginal de la mitología griega, -un olvidado del recuerdo del mundo-, sin pretender jamás descifrarlo. Lo utiliza como paradigma de la -renuncia a la sociedad de los que hablan-. Mientras que Ulises se las arregla para no renunciar a nada —consigue escuchar a las sirenas y también regresar a casa—, butes accede al gran silencio mediante una música animal, que se opone a la bella mesura de la música órfica. En la misma línea de Michelstaedter, Quignard plantea la dicotomía de elegir entre el salvaje nihilismo del instante o la cómoda muerte por anquilosamiento a manos de las formas sociales. En estos tiempos en los que hasta la propia disidencia está definida como parte de la renovación del sistema, existen por fortuna, a manera de respiro, algunos antiguos contemporáneos como Quignard, uno de los pocos -escritores más silenciosos que los demás, en páginas más mudas todavía-(*_*)9788416358298_<p>Tres fueron los hombres que se enfrentaron al embrujo de las sirenas, esas extrañas aves que atraían irremediablemente a los marineros con su canto: Ulises, que se hizo atar de pies y manos al mástil de su navío, escuchó y sobrevivió; Orfeo, que en la expedición de los Argonautas vislumbró el mortal peligro de su música y lo neutralizó con las notas de su cítara; y Butes, navegante y compañero del anterior en la misma aventura, que sucumbió al hechizo y se arrojó de la nave. Quignard plantea la dicotomía de elegir entre el salvaje nihilismo del instante o la cómoda muerte por anquilosamiento a manos de las formas sociales. En estos tiempos en los que hasta la propia disidencia está definida como parte de la renovación del sistema, existen por fortuna, a manera de respiro, algunos antiguos contemporáneos como Quignard, uno de los pocos escritores más silenciosos que los demás, en páginas más mudas todavía.</p>...9788496867819_Sexto piso(*_*)9788416358298_Editorial Sexto Pisolibro_electonico_9788496867819_9788496867819;9788416358298_978841635829823.0000x15.0000x1.0000Pascal QuignardEspañolEspaña9523.000015.0000200.00001.0000Sexto pisohttps://getbook.kobo.com/koboid-prod-public/libranda_2-epub-ae5b19c9-1acc-4f0e-b12c-a575d43171b8.epub2016-12-20T00:00:00+00:00