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1523158En el principio era el sentidohttps://www.gandhi.com.mx/en-el-principio-era-el-sentido-1/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/945544/9d3689d8-3156-43e0-9789-5a21e6971e8c.jpg?v=638336887859470000169169MXNEdiciones PaidósInStock/Ebooks/<p>Viktor E. Frankl, cuya primera crisis existencial le sobreviene a una edad tan temprana como la que tenía Mozart cuando compuso su primer minué, fue incapaz de no dejar su impronta en el siglo XX: el siglo del replanteamiento de todos los valores, de la vertiginosa aceleración de todos los procesos y de la decadencia de las costumbres sometidas a una constante manipulación cotidiana.</p><p>Con una extraordinaria capacidad de percepción, Frankl dedicó su vida exclusivamente a un pensamiento fundamental que, antes de él, parecía innecesario: que la vida tiene un sentido y que dicho sentido no es una imaginación nuestra, sino que realmente existe. Podemos, pues, aplicar a Frankl la famosa frase de Goethe: En el principio era el sentido.</p>...1506374En el principio era el sentido169169https://www.gandhi.com.mx/en-el-principio-era-el-sentido-1/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/945544/9d3689d8-3156-43e0-9789-5a21e6971e8c.jpg?v=638336887859470000InStockMXN99999DIEbook20149788449330896_W3siaWQiOiJmMGFiMzIwNy0xMjkwLTQ2YmYtYmM0ZS0zZWE4Yjk0ZGFkYzUiLCJsaXN0UHJpY2UiOjE2OSwiZGlzY291bnQiOjAsInNlbGxpbmdQcmljZSI6MTY5LCJpbmNsdWRlc1RheCI6dHJ1ZSwicHJpY2VUeXBlIjoiQWdlbmN5IiwiY3VycmVuY3kiOiJNWE4iLCJmcm9tIjoiMjAyNS0wNy0yMlQxODowMDowMFoiLCJyZWdpb24iOiJNWCIsImlzUHJlb3JkZXIiOmZhbHNlfV0=9788449330896_<p>Alguien como Viktor E. Frankl, cuya primera crisis existencial le sobreviene a una edad tan temprana como la que tenía Wolfgang Amadeus Mozart cuando compuso su primer minué, ha tenido que dejar forzosamente su impronta en el siglo XX: el siglo del replanteamiento de todos los valores, de la aceleración vertiginosa de todos los procesos y de la decadencia de las costumbres, sometidas a una constante manipulación cotidiana.</p><p>En su camino hacia la inmortalidad intelectual, Viktor E. Frankl y a diferencia de Mozart vivió hasta la vejez con buena salud física y mental y una actividad incansable, incluyendo algunos años en los campos de concentración de Hitler, así como haber sido capaz de dedicar su vida <em>exclusivamente</em> a un pensamiento fundamental. Con una extraordinaria capacidad de percepción, Frankl pasó toda su existencia hablando de algo que, antes de él, parecía innecesario: explicar a los demás que la vida tiene un sentido, que ese sentido no es una imaginación nuestra, sino que <em>realmente</em> existe. Podemos, pues, aplicar a Frankl la famosa frase de Goethe: En el principio era el Sentido.</p>...(*_*)9788449330896_<p>Viktor E. Frankl, cuya primera crisis existencial le sobreviene a una edad tan temprana como la que tenía Mozart cuando compuso su primer minué, fue incapaz de no dejar su impronta en el siglo XX: el siglo del replanteamiento de todos los valores, de la vertiginosa aceleración de todos los procesos y de la decadencia de las costumbres sometidas a una constante manipulación cotidiana.</p><p>Con una extraordinaria capacidad de percepción, Frankl dedicó su vida exclusivamente a un pensamiento fundamental que, antes de él, parecía innecesario: que la vida tiene un sentido y que dicho sentido no es una imaginación nuestra, sino que realmente existe. Podemos, pues, aplicar a Frankl la famosa frase de Goethe: En el principio era el sentido.</p>...9788449330896_Ediciones Paidóslibro_electonico_88123df3-74d4-3c24-8a8e-465b2ac3618e_9788449330896;9788449330896_9788449330896Viktor E.EspañolMéxicohttps://getbook.kobo.com/koboid-prod-public/planeta-epub-78ad733f-a5b4-4bdb-9e0c-b9d89d868801.epub2014-12-15T00:00:00+00:00Ediciones Paidós