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1150855Contra el separatismohttps://www.gandhi.com.mx/contra-el-separatismo-2/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/668951/6a9fe097-e2b1-4a9b-bc01-302c5e406b06.jpg?v=638335725631130000159159MXNEditorial ArielInStock/Ebooks/<p>A modo de panfleto, este libro pretende ser un golpe directo a la sinrazón de los separatismos. Porque el<br />separatismo no es una opinión política o un ensueño romántico, como puede ser el nacionalismo, sino una agresión deliberada, calculada y coordinada contra las instituciones democráticamente vigentes y contra los ciudadanos que las sienten como suyas. No es un delirio más o menos grave, sino un ataque en toda regla al núcleo más importante de nuestra garantía de ciudadanía, el Estado de Derecho. Con algo de paciencia y sentido del humor, se puede convivir mejor o peor con los nacionalistas; pero con los separatistas no hay más arreglo posible que obligarles a renunciar a sus propósitos.<br />Hay en el separatismo algo especialmente maligno, incluso desde una perspectiva mítico-religiosa. El Diablo es etimológicamente el separador, <em>dia-bolum</em>, el que desune y rompe los lazos establecidos. La tarea diabólica es la fechoría antihumanista por excelencia, separar a los que conviven juntos y obligarles a detestarse unos a otros, a alejarse: sembrar la discordia, el desgarro de los corazones. Es de lo más desdichado que tantos separatismos pequeños y grandes encuentren terreno abonado en España, hasta el punto de que cualquier símbolo regional y si es posible excluyente sea visto como algo liberador, progresista, por la izquierda lerda y sus asimilados: es prueba de que tenemos un país de todos los diablos...</p>...1141549Contra el separatismo159159https://www.gandhi.com.mx/contra-el-separatismo-2/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/668951/6a9fe097-e2b1-4a9b-bc01-302c5e406b06.jpg?v=638335725631130000InStockMXN99999DIEbook20179788434427365_W3siaWQiOiI2MzY2MjI0ZC0zMzAzLTRiM2YtYWU1My01YjU1YTAyOGRmNGUiLCJsaXN0UHJpY2UiOjE1OSwiZGlzY291bnQiOjAsInNlbGxpbmdQcmljZSI6MTU5LCJpbmNsdWRlc1RheCI6dHJ1ZSwicHJpY2VUeXBlIjoiQWdlbmN5IiwiY3VycmVuY3kiOiJNWE4iLCJmcm9tIjoiMjAyNS0wNy0wMVQxMDowMDowMFoiLCJyZWdpb24iOiJNWCIsImlzUHJlb3JkZXIiOmZhbHNlfV0=9788434427365_<p>A modo de panfleto, este libro pretende ser un golpe directo a la sinrazón de los separatismos. Porque el<br />separatismo no es una opinión política o un ensueño romántico, como puede ser el nacionalismo, sino una agresión deliberada, calculada y coordinada contra las instituciones democráticamente vigentes y contra los ciudadanos que las sienten como suyas. No es un delirio más o menos grave, sino un ataque en toda regla al núcleo más importante de nuestra garantía de ciudadanía, el Estado de Derecho. Con algo de paciencia y sentido del humor, se puede convivir mejor o peor con los nacionalistas; pero con los separatistas no hay más arreglo posible que obligarles a renunciar a sus propósitos.<br />Hay en el separatismo algo especialmente maligno, incluso desde una perspectiva mítico-religiosa. El Diablo es etimológicamente el separador, <em>dia-bolum</em>, el que desune y rompe los lazos establecidos. La tarea diabólica es la fechoría antihumanista por excelencia, separar a los que conviven juntos y obligarles a detestarse unos a otros, a alejarse: sembrar la discordia, el desgarro de los corazones. Es de lo más desdichado que tantos separatismos pequeños y grandes encuentren terreno abonado en España, hasta el punto de que cualquier símbolo regional y si es posible excluyente sea visto como algo liberador, progresista, por la izquierda lerda y sus asimilados: es prueba de que tenemos un país de todos los diablos...</p>(*_*)9788434427365_<p>A modo de panfleto, este libro pretende ser un golpe directo a la sinrazón de los separatismos. Porque el<br />separatismo no es una opinión política o un ensueño romántico, como puede ser el nacionalismo, sino una agresión deliberada, calculada y coordinada contra las instituciones democráticamente vigentes y contra los ciudadanos que las sienten como suyas. No es un delirio más o menos grave, sino un ataque en toda regla al núcleo más importante de nuestra garantía de ciudadanía, el Estado de Derecho. Con algo de paciencia y sentido del humor, se puede convivir mejor o peor con los nacionalistas; pero con los separatistas no hay más arreglo posible que obligarles a renunciar a sus propósitos.<br />Hay en el separatismo algo especialmente maligno, incluso desde una perspectiva mítico-religiosa. El Diablo es etimológicamente el separador, <em>dia-bolum</em>, el que desune y rompe los lazos establecidos. La tarea diabólica es la fechoría antihumanista por excelencia, separar a los que conviven juntos y obligarles a detestarse unos a otros, a alejarse: sembrar la discordia, el desgarro de los corazones. Es de lo más desdichado que tantos separatismos pequeños y grandes encuentren terreno abonado en España, hasta el punto de que cualquier símbolo regional y si es posible excluyente sea visto como algo liberador, progresista, por la izquierda lerda y sus asimilados: es prueba de que tenemos un país de todos los diablos...</p>...9788434427365_Editorial Ariellibro_electonico_362ee856-2117-3546-98c5-6806b22430f0_9788434427365;9788434427365_9788434427365Fernando SavaterEspañolMéxicohttps://getbook.kobo.com/koboid-prod-public/planeta-epub-049839bd-0e39-4b01-aa6b-8799c8f84b2e.epub2017-11-14T00:00:00+00:00Editorial Ariel