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400553CRIMINALISTICA (NUEVOS PARADIGMAS UNA VISION EPISTEMOLOGICA Y CIENTIFICA)https://www.gandhi.com.mx/criminalistica-nuevos-paradigmas-una-vision-epistemologica-y-cientifica-1/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/4421343/9786076107317.jpg?v=638471474460200000MXNFloresOutOfStock/Libros/No ficción//Libros/Alguna vez se ha dicho que si cuando pensamos nos limitásemos a pensar todos estaríamos de acuerdo. Se ha dicho, también, que el pensamiento puro, el que es sólo pensamiento, sin contaminaciones sentimentales ni de ninguna otra clase, es siempre infalible y convencería aún al más escéptico. Si nos equivocamos, si discrepamos, si dudamos es porque agregamos a la pura luz del pensamiento nuestras pasiones, nuestros intereses, nuestros deseos y enturbiamos esa luz. Cualquier cosa que se agregue a esa luz pura del pensamiento tiene que enturbiarla. El pensamiento puro nos permite siempre alcanzar la verdad; el pensamiento enturbiado por elementos extraños no nos dará nunca la verdad, nos dará opiniones, conjeturas e incluso suposiciones, pero nunca hipótesis puras, excluyentes o incluyentes, de algún fenómeno en particular. La verdad es válida para todos, es lo objetivo, lo universal. La opinión sólo es válida para mí; es lo subjetivo, lo particular, por ello existe una diferencia entre verdad objetiva, verdad relativa y verdad absoluta. En criminalística compete encontrar la verdad objetiva, no la verdad histórica de los hechos. Debemos pelear y realizar revoluciones ideológicas y científicas para alcanzar una verdad científica de lo abstraído fácticamente. La filosofía es la ciencia objetiva de la verdad; tiene que alcanzar siempre la forma de la universalidad y, en este caso, la criminalística debe buscar el mismo sentido, por lo que también debe ser (deber ser y ser) una ciencia que escudriñe la verdad y, por encima de todo, la verdad objetiva, nunca histórica, pues en la historia se enturbia dicha luz desde el anecdotario del investigador. Pensar es siempre un sacrificio que exige la renuncia a todo lo que sea individual, privado o propio. Cuando lo hacemos pensamos en algo que es lo que queremos conocer; pensaremos mal siempre que a ese algo le agreguemos algo nuestro. Un pensamiento, para serlo, es decir, para ser pensamiento puro, tiene que dejar de ser el pensamiento de alguien, de una persona determinada, y ser totalmente despersonalizado, anónimo. En ciencia forense a ese tipo de pensamiento se le denomina imparcial. El pensamiento puro nos exige colocarnos ante el objeto que queremos conocer, con total imparcialidad, con la serenidad de un Dios a quien nada ni nadie pudiese perturbar, nos exige ser jueces que tengan la imparcialidad de los muertos, nos exige estar por encima de todas las luchas, todas las inquietudes, todas las preferencias.394280CRIMINALISTICA (NUEVOS PARADIGMAS UNA VISION EPISTEMOLOGICA Y CIENTIFICA)330330https://www.gandhi.com.mx/criminalistica-nuevos-paradigmas-una-vision-epistemologica-y-cientifica-1/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/4421343/9786076107317.jpg?v=638471474460200000OutOfStockMXN0FITapa blanda2da Edición20199786076107317_Alguna vez se ha dicho que si cuando pensamos nos limitásemos a pensar todos estaríamos de acuerdo. Se ha dicho, también, que el pensamiento puro, el que es sólo pensamiento, sin contaminaciones sentimentales ni de ninguna otra clase, es siempre infalible y convencería aún al más escéptico. Si nos equivocamos, si discrepamos, si dudamos es porque agregamos a la pura luz del pensamiento nuestras pasiones, nuestros intereses, nuestros deseos y enturbiamos esa luz. Cualquier cosa que se agregue a esa luz pura del pensamiento tiene que enturbiarla. El pensamiento puro nos permite siempre alcanzar la verdad; el pensamiento enturbiado por elementos extraños no nos dará nunca la verdad, nos dará opiniones, conjeturas e incluso suposiciones, pero nunca hipótesis puras, excluyentes o incluyentes, de algún fenómeno en particular. La verdad es válida para todos, es lo objetivo, lo universal. La opinión sólo es válida para mí; es lo subjetivo, lo particular, por ello existe una diferencia entre verdad objetiva, verdad relativa y verdad absoluta. En criminalística compete encontrar la verdad objetiva, no la verdad histórica de los hechos. Debemos pelear y realizar revoluciones ideológicas y científicas para alcanzar una verdad científica de lo abstraído fácticamente. La filosofía es la ciencia objetiva de la verdad; tiene que alcanzar siempre la forma de la universalidad y, en este caso, la criminalística debe buscar el mismo sentido, por lo que también debe ser (deber ser y ser) una ciencia que escudriñe la verdad y, por encima de todo, la verdad objetiva, nunca histórica, pues en la historia se enturbia dicha luz desde el anecdotario del investigador. Pensar es siempre un sacrificio que exige la renuncia a todo lo que sea individual, privado o propio. Cuando lo hacemos pensamos en algo que es lo que queremos conocer; pensaremos mal siempre que a ese algo le agreguemos algo nuestro. Un pensamiento, para serlo, es decir, para ser pensamiento puro, tiene que dejar de ser el pensamiento de alguien, de una persona determinada, y ser totalmente despersonalizado, anónimo. En ciencia forense a ese tipo de pensamiento se le denomina imparcial. El pensamiento puro nos exige colocarnos ante el objeto que queremos conocer, con total imparcialidad, con la serenidad de un Dios a quien nada ni nadie pudiese perturbar, nos exige ser jueces que tengan la imparcialidad de los muertos, nos exige estar por encima de todas las luchas, todas las inquietudes, todas las preferencias.9786076107317_Flores9786076107317_978607610731717.0000x23.0000x1.6000Roberto Carlos Ramírez AldaracaEspañolMéxico3217.000023.0000220.00001.6000Flores