Diana o la cazadora solitaria

Name: Diana o la cazadora solitaria
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Ésta parece ser la pregunta que se hace Carlos Fuentes al reflexionar acerca de la vida y la muerte de la actriz Diana Soren.Tan solitaria como bella, tan fuerte como vulnerable, Diana Soren es una mujer que encierra en su persona, y en el apasionado episodio erótico que vive con un escritor mexicano, los ideales de toda una generación, la de los años sesenta, cuando las ilusiones de una década se resistían a morir.En Diana o la cazadora solitaria, Carlos Fuentes resume la historia de toda una época, por medio de la revisión nostálgica de su breve y desgraciado romance con la actriz Jean Seberg.Quiero ser muy franco en este relato y no guardarme nada. Puedo herirme a mí mismo cuanto guste. No tengo, en cambio, derecho de herir a nadie que no sea yo, a menos, en todo caso, de que primero me entierre yo mismo el puñal que, amorosamente, acabo compartiendo con otra. Señalo, de arranque, los temores que me asaltan. Trato de justificar sexo con literatura y literatura con sexo. Pero el escritor -amante o autor- al cabo desaparece. Si grita, se desintegra. Si suspira, se funde. Hay que ser consciente de esto antes de afirmar, por encima de todas las cosas, que la vida nunca es generosa dos veces.627331Diana o la cazadora solitaria239239https://www.gandhi.com.mx/diana-o-la-cazadora-solitaria-9786073813150/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1809329/88ac715d-6b5b-43a8-9371-63212ee1cada.jpg?v=638429194415670000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6471563/9786073813150.jpg?v=638618940670930000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6540317/9786073813150.jpg?v=638635000259930000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6646391/9786073813150.jpg?v=638670135666100000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/7108815/9786073813150.jpg?v=638820639131100000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/7109724/9786073813150.jpg?v=638820722445100000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/7109725/9786073813150.jpg?v=638820722445270000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/7141126/9786073813150.jpg?v=638830947054730000InStockMXN10FITapa blanda1406028Diana o la cazadora solitaria229229https://www.gandhi.com.mx/diana-o-la-cazadora-solitaria-9786073813150/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1888766/0b9c5e2c-fb40-4394-80bb-7ac61926b3c6.jpg?v=638342125604730000InStockMXN99999DIEbook1a Edición20229786073139854_W3siaWQiOiI0ZWE0NTM4My1hYThiLTQzM2EtYmJhNC1jMjA3OTAxZjBhNTIiLCJsaXN0UHJpY2UiOjIyOSwiZGlzY291bnQiOjAsInNlbGxpbmdQcmljZSI6MjI5LCJpbmNsdWRlc1RheCI6dHJ1ZSwicHJpY2VUeXBlIjoiQWdlbmN5IiwiY3VycmVuY3kiOiJNWE4iLCJmcm9tIjoiMjAyNC0wNC0xNFQyMjowMDowMFoiLCJyZWdpb24iOiJNWCIsImlzUHJlb3JkZXIiOmZhbHNlfV0=;9786073817882_W3siaWQiOiJkZDA0ZmNlMS1kNjZlLTQ0NmUtOTRiOS01ZmZlMzdlNWMxMTAiLCJsaXN0UHJpY2UiOjMyOSwiZGlzY291bnQiOjAsInNlbGxpbmdQcmljZSI6MzI5LCJpbmNsdWRlc1RheCI6dHJ1ZSwicHJpY2VUeXBlIjoiV2hvbGVzYWxlIiwiY3VycmVuY3kiOiJNWE4iLCJmcm9tIjoiMjAyNC0xMC0wMlQxODowMDowMFoiLCJyZWdpb24iOiJNWCIsImlzUHJlb3JkZXIiOmZhbHNlLCJpc0VsaWdpYmxlRm9yQ3JlZGl0VHJpYWwiOnRydWUsImNyZWRpdFB1cmNoYXNlUHJpY2UiOjF9XQ==9786073813150_¿Qué pasiones o ideales mueven al ser humano y lo arrastran hasta su propia muerte? Ésta parece ser la pregunta que se hace Carlos Fuentes al reflexionar acerca de la vida y la muerte de la actriz Diana Soren.Tan solitaria como bella, tan fuerte como vulnerable, Diana Soren es una mujer que encierra en su persona, y en el apasionado episodio erótico que vive con un escritor mexicano, los ideales de toda una generación, la de los años sesenta, cuando las ilusiones de una década se resistían a morir.En Diana o la cazadora solitaria, Carlos Fuentes resume la historia de toda una época, por medio de la revisión nostálgica de su breve y desgraciado romance con la actriz Jean Seberg.Quiero ser muy franco en este relato y no guardarme nada. Puedo herirme a mí mismo cuanto guste. No tengo, en cambio, derecho de herir a nadie que no sea yo, a menos, en todo caso, de que primero me entierre yo mismo el puñal que, amorosamente, acabo compartiendo con otra. Señalo, de arranque, los temores que me asaltan. Trato de justificar sexo con literatura y literatura con sexo. Pero el escritor -amante o autor- al cabo desaparece. Si grita, se desintegra. Si suspira, se funde. Hay que ser consciente de esto antes de afirmar, por encima de todas las cosas, que la vida nunca es generosa dos veces.(*_*)9786073139854_¿Qué pasiones o ideales mueven al ser humano y lo arrastran hasta su propia muerte? Ésta parece ser la pregunta que se hace Carlos Fuentes al reflexionar acerca de la vida y la muerte de la actriz Diana Soren.Tan solitaria como bella, tan fuerte como vulnerable, Diana Soren es una mujer que encierra en su persona, y en el apasionado episodio erótico que vive con un escritor mexicano, los ideales de toda una generación, la de los años sesenta, cuando las ilusiones de una década se resistían a morir.En Diana o la cazadora solitaria, Carlos Fuentes resume la historia de toda una época, por medio de la revisión nostálgica de su breve y desgraciado romance con la actriz Jean Seberg.Quiero ser muy franco en este relato y no guardarme nada. Puedo herirme a mí mismo cuanto guste. No tengo, en cambio, derecho de herir a nadie que no sea yo, a menos, en todo caso, de que primero me entierre yo mismo el puñal que, amorosamente, acabo compartiendo con otra. Señalo, de arranque, los temores que me asaltan. Trato de justificar sexo con literatura y literatura con sexo. Pero el escritor -amante o autor- al cabo desaparece. Si grita, se desintegra. Si suspira, se funde. Hay que ser consciente de esto antes de afirmar, por encima de todas las cosas, que la vida nunca es generosa dos veces.(*_*)9786073817882_¿Qué pasiones o ideales mueven al ser humano y lo arrastran hasta su propia muerte? Ésta parece ser la pregunta que se hace Carlos Fuentes al reflexionar acerca de la vida y la muerte de la actriz Diana Soren.Tan solitaria como bella, tan fuerte como vulnerable, Diana Soren es una mujer que encierra en su persona, y en el apasionado episodio erótico que vive con un escritor mexicano, los ideales de toda una generación, la de los años sesenta, cuando las ilusiones de una década se resistían a morir.En Diana o la cazadora solitaria, Carlos Fuentes resume la historia de toda una época, por medio de la revisión nostálgica de su breve y desgraciado romance con la actriz Jean Seberg.Quiero ser muy franco en este relato y no guardarme nada. Puedo herirme a mí mismo cuanto guste. No tengo, en cambio, derecho de herir a nadie que no sea yo, a menos, en todo caso, de que primero me entierre yo mismo el puñal que, amorosamente, acabo compartiendo con otra. Señalo, de arranque, los temores que me asaltan. Trato de justificar sexo con literatura y literatura con sexo. Pero el escritor -amante o autor- al cabo desaparece. Si grita, se desintegra. Si suspira, se funde. Hay que ser consciente de esto antes de afirmar, por encima de todas las cosas, que la vida nunca es generosa dos veces.(*_*)9786073139854_¿Qué pasiones o ideales mueven al ser humano y lo arrastran hasta su propia muerte? Ésta parece ser la pregunta que se hace Carlos Fuentes al reflexionar acerca de la vida y la muerte de la actriz Diana Soren.Tan solitaria como bella, tan fuerte como vulnerable, Diana Soren es una mujer que encierra en su persona, y en el apasionado episodio erótico que vive con un escritor mexicano, los ideales de toda una generación, la de los años sesenta, cuando las ilusiones de una década se resistían a morir.En Diana o la cazadora solitaria, Carlos Fuentes resume la historia de toda una época, por medio de la revisión nostálgica de su breve y desgraciado romance con la actriz Jean Seberg."Quiero ser muy franco en este relato y no guardarme nada. Puedo herirme a mí mismo cuanto guste. No tengo, en cambio, derecho de herir a nadie que no sea yo, a menos, en todo caso, de que primero me entierre yo mismo el puñal que, amorosamente, acabo compartiendo con otra. Señalo, de arranque, los temores que me asaltan. Trato de justificar sexo con literatura y literatura con sexo. Pero el escritor -amante o autor- al cabo desaparece. Si grita, se desintegra. Si suspira, se funde. 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