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512990El africanohttps://www.gandhi.com.mx/el-africano/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/4060592/9789871156580.jpg?v=638430925240630000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6232507/9789871156580.jpg?v=638608971686130000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6279925/9789871156580.jpg?v=638615068268000000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6511372/9789871156580.jpg?v=638629945382430000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6567483/9789871156580.jpg?v=638639440856530000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6742423/9789871156580.jpg?v=638706884464600000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6936014/9789871156580.jpg?v=638767260119030000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/7210629/9789871156580.jpg?v=638858038888300000MXNAdriana Hidalgo editoraOutOfStock/Libros/Todo ser humano es el resultado de un padre y de una madre. Se puede no reconocerlos, no quererlos, se puede dudar de ellos. Pero están allí, con su cara, sus actitudes, sus modales y sus manías, sus ilusiones, sus esperanzas, la forma de sus manos y de los dedos del pie, el color de sus ojos y de su pelo, su manera de hablar, sus pensamientos, probablemente la edad de su muerte, todo esto ha pasado a nosotros. Durante mucho tiempo imaginé que mi madre era negra. Me había inventado una historia, un pasado, para huir de la realidad, a mi regreso desde África a Francia, donde no conocía a nadie, donde me había convertido en un extranjero. Más tarde descubrí, cuando mi padre, al jubilarse, volvió a vivir con nosotros en Francia, que el africano era él. Fue difícil admitirlo. Debí retroceder, recomenzar, tratar de comprender. En recuerdo de todo eso he escrito el africano.508651El africano265265https://www.gandhi.com.mx/el-africano/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/4060592/9789871156580.jpg?v=638430925240630000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6232507/9789871156580.jpg?v=638608971686130000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6279925/9789871156580.jpg?v=638615068268000000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6511372/9789871156580.jpg?v=638629945382430000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6567483/9789871156580.jpg?v=638639440856530000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6742423/9789871156580.jpg?v=638706884464600000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6936014/9789871156580.jpg?v=638767260119030000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/7210629/9789871156580.jpg?v=638858038888300000OutOfStockMXN0FITapa blanda1a Edición20199789871156580_Todo ser humano es el resultado de un padre y de una madre. Se puede no reconocerlos, no quererlos, se puede dudar de ellos. Pero están allí, con su cara, sus actitudes, sus modales y sus manías, sus ilusiones, sus esperanzas, la forma de sus manos y de los dedos del pie, el color de sus ojos y de su pelo, su manera de hablar, sus pensamientos, probablemente la edad de su muerte, todo esto ha pasado a nosotros. Durante mucho tiempo imaginé que mi madre era negra. Me había inventado una historia, un pasado, para huir de la realidad, a mi regreso desde África a Francia, donde no conocía a nadie, donde me había convertido en un extranjero. Más tarde descubrí, cuando mi padre, al jubilarse, volvió a vivir con nosotros en Francia, que el africano era él. Fue difícil admitirlo. Debí retroceder, recomenzar, tratar de comprender. En recuerdo de todo eso he escrito el africano.9789871156580_Adriana Hidalgo editora9789871156580_9789871156580132.0000x196.0000x11.0000J. M. G. Le ClézioEspañolArgentina2019-01-01T00:00:00+00:00144132.0000196.0000146.000011.0000Adriana Hidalgo editora