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4898206El corazón delatorhttps://www.gandhi.com.mx/el-corazon-delator-9798882428623/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/4452241/image.jpg?v=6385149348413700007272MXNHoracio LanciInStock/Audiolibros/<p><strong>El corazón delator</strong> es, sin dudas, uno de los mejores cuentos de <strong>Edgar Allan Poe (1809 1849)</strong> y ejemplo acabado de su maestría en el <em>cuento corto de terror</em> (lo que se dio en llamar el <em>cuento gótico</em>). Pero quizás su gran mérito fue dar <em>perspectiva psicológica</em> a sus cuentos, de lo cual es marcado ejemplo <strong>El corazón delator</strong>. En él vemos como la supuesta hipersensibilidad del narrador le hace oír los latidos del corazón del anciano que acaba de asesinar y enterrar, desmembrado, bajo las maderas del piso.</p><p>El proceso psicológico del asesino es lo más impactante del relato, al cual <strong>Poe</strong> atribuye la intencionalidad del crimen en su necesidad de evitar la mirada terrible de su <em>ojo de cuervo</em>Algunos relacionarán ese ojo, vigilante y controlador, con la imagen paterna de <strong>Poe</strong>, así como a sus <em>cuentos góticos</em> con las pesadillas y sueños extraños que, afirmaba, padecía desde su adolescencia.</p><p>Con <strong>El corazón delator</strong>, como con <strong>El gato negro</strong>, <strong>El cuervo</strong> o <strong>La caída de la casa Usher</strong>, <strong>Edgar Allan Poe</strong> elevó el <em>cuento de terror</em> a la categoría de gran arte, y su influencia se dejaría sentir, primero en EEUU e Inglaterra y luego en el mundo entero, en movimientos tan disímiles como el <em>surrealismo</em> y el <em>simbolismo francés</em>, o en autores tan distantes como <strong>Mary Shelley, Stephen King, Julio Cortazar o Jorge Luis Borges</strong>.</p>...4642306El corazón delator7272https://www.gandhi.com.mx/el-corazon-delator-9798882428623/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/4452241/image.jpg?v=638514934841370000InStockMXN99999DIAudiolibro20249798882428623_W3siaWQiOiI2MGI2YjgxZC0zODM5LTRmNTEtYjY1ZS05ZGZlYzBiY2ZjYzkiLCJsaXN0UHJpY2UiOjY2LCJkaXNjb3VudCI6MCwic2VsbGluZ1ByaWNlIjo2NiwiaW5jbHVkZXNUYXgiOnRydWUsInByaWNlVHlwZSI6Ildob2xlc2FsZSIsImN1cnJlbmN5IjoiTVhOIiwiZnJvbSI6IjIwMjQtMTEtMjFUMDY6MDA6MDBaIiwidG8iOiIyMDI0LTExLTMwVDIzOjU5OjU5WiIsInJlZ2lvbiI6Ik1YIiwiaXNQcmVvcmRlciI6ZmFsc2UsImlzRWxpZ2libGVGb3JDcmVkaXRUcmlhbCI6dHJ1ZSwiY3JlZGl0UHVyY2hhc2VQcmljZSI6MX0seyJpZCI6IjNlNzQzY2M5LTI4MTMtNGIzOC1hMGE0LTUyODkyNmExOTUxOSIsImxpc3RQcmljZSI6NzAsImRpc2NvdW50IjowLCJzZWxsaW5nUHJpY2UiOjcwLCJpbmNsdWRlc1RheCI6dHJ1ZSwicHJpY2VUeXBlIjoiV2hvbGVzYWxlIiwiY3VycmVuY3kiOiJNWE4iLCJmcm9tIjoiMjAyNC0xMi0wMVQwMDowMDowMFoiLCJyZWdpb24iOiJNWCIsImlzUHJlb3JkZXIiOmZhbHNlLCJpc0VsaWdpYmxlRm9yQ3JlZGl0VHJpYWwiOnRydWUsImNyZWRpdFB1cmNoYXNlUHJpY2UiOjF9XQ==9798882428623_<p><strong>El corazón delator</strong> es, sin dudas, uno de los mejores cuentos de <strong>Edgar Allan Poe (1809 1849)</strong> y ejemplo acabado de su maestría en el <em>cuento corto de terror</em> (lo que se dio en llamar el <em>cuento gótico</em>). Pero quizás su gran mérito fue dar <em>perspectiva psicológica</em> a sus cuentos, de lo cual es marcado ejemplo <strong>El corazón delator</strong>. En él vemos como la supuesta hipersensibilidad del narrador le hace oír los latidos del corazón del anciano que acaba de asesinar y enterrar, desmembrado, bajo las maderas del piso.</p><p>El proceso psicológico del asesino es lo más impactante del relato, al cual <strong>Poe</strong> atribuye la intencionalidad del crimen en su necesidad de evitar la mirada terrible de su <em>ojo de cuervo</em>Algunos relacionarán ese ojo, vigilante y controlador, con la imagen paterna de <strong>Poe</strong>, así como a sus <em>cuentos góticos</em> con las pesadillas y sueños extraños que, afirmaba, padecía desde su adolescencia.</p><p>Con <strong>El corazón delator</strong>, como con <strong>El gato negro</strong>, <strong>El cuervo</strong> o <strong>La caída de la casa Usher</strong>, <strong>Edgar Allan Poe</strong> elevó el <em>cuento de terror</em> a la categoría de gran arte, y su influencia se dejaría sentir, primero en EEUU e Inglaterra y luego en el mundo entero, en movimientos tan disímiles como el <em>surrealismo</em> y el <em>simbolismo francés</em>, o en autores tan distantes como <strong>Mary Shelley, Stephen King, Julio Cortazar o Jorge Luis Borges</strong>.</p>...9798882428623_Horacio Lanciaudiolibro_9798882428623_9798882428623Edgar AllanEspañolMéxicoNoMINUTE2024-04-10T00:00:00+00:00Horacio Lanci