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545345El Godinatohttps://www.gandhi.com.mx/el-godinato-1/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1797372/4b47aeac-2f45-474f-ab64-c2a60c09a1ac.jpg?v=638489025652970000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6518597/9786070731860.jpg?v=638631747096300000MXNDianaOutOfStock/Libros/No ficción//Libros/Los puedes identificar fácilmente porque nunca dejan el gafete ni la lonchera para adulto. Su horario es de 9 a 6, tienen derecho a tres días de vacaciones al año por cada 254 trabajados; se tienen que reíra huevode los chistes del jefe; son perseguidos por los promotores de afores para que cambien su cuenta; usan una corbata más cara que su traje; sufren el ataque de sueño incontrolable después de comer, mejor conocido como el mal del puerco; tienen una tarjeta de descuento como cliente preferente del Oxxo; y sobre todo, viven anhelando que llegue la quincena como los barcos esperan a que llegue la marea para poder zarpar. No son losemos, ni loshipsters, ni losreguetoneros, ni los de la onda grupera. Son los inconfundibles Godínez.Tras un retiro monacal en una dependencia gubernamental durante un sexenio y tres años en uncall center, Toño Garci ha comprendido a los oficinistas mejor que nadie. Por esta razón ha decidido revelar el secreto mejor guardado: por qué todos, en el fondo, somos unos perfectos Godínez.Ser un Godínez es algo que va más allá de un puesto en alguna oficina: es toda una forma de ser, una actitud, una ideología y una fe, algo que va mucho más allá de una chamba; es como dedicarse a sacerdote, a maestro de la CNTE o a extra de escenas peligrosas en películas porno. Más que un trabajo, lo que sucedió fue que se volvió un estilo de vida remunerado.Antonio Garci544880El Godinato9999https://www.gandhi.com.mx/el-godinato-1/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1797372/4b47aeac-2f45-474f-ab64-c2a60c09a1ac.jpg?v=638489025652970000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6518597/9786070731860.jpg?v=638631747096300000OutOfStockMXN0FITapa blanda1a Edición20169786070731860_Los puedes identificar fácilmente porque nunca dejan el gafete ni la lonchera para adulto. Su horario es de 9 a 6, tienen derecho a tres días de vacaciones al año por cada 254 trabajados; se tienen que reíra huevode los chistes del jefe; son perseguidos por los promotores de afores para que cambien su cuenta; usan una corbata más cara que su traje; sufren el ataque de sueño incontrolable después de comer, mejor conocido como el mal del puerco; tienen una tarjeta de descuento como cliente preferente del Oxxo; y sobre todo, viven anhelando que llegue la quincena como los barcos esperan a que llegue la marea para poder zarpar. No son losemos, ni loshipsters, ni losreguetoneros, ni los de la onda grupera. Son los inconfundibles Godínez.Tras un retiro monacal en una dependencia gubernamental durante un sexenio y tres años en uncall center, Toño Garci ha comprendido a los oficinistas mejor que nadie. Por esta razón ha decidido revelar el secreto mejor guardado: por qué todos, en el fondo, somos unos perfectos Godínez.Ser un Godínez es algo que va más allá de un puesto en alguna oficina: es toda una forma de ser, una actitud, una ideología y una fe, algo que va mucho más allá de una chamba; es como dedicarse a sacerdote, a maestro de la CNTE o a extra de escenas peligrosas en películas porno. Más que un trabajo, lo que sucedió fue que se volvió un estilo de vida remunerado.Antonio Garci9786070731860_Diana9786070731860_9786070731860130.0000x210.0000x17.0000Antonio GarciEspañolMéxico2016-01-14T00:00:00+00:00264130.0000210.0000240.000017.0000Diana