product
7501377El Sucesor: IV Wim Eijk El cardenal del frío doctrinalhttps://www.gandhi.com.mx/el-sucesor--iv--wim-eijk--el-cardenal-del-frio-doctrinal-9798231462797/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/7106949/image.jpg?v=6388203637759300006161MXNGandhiInStock/Ebooks/<p>Wim Eijk nunca buscó los focos. Médico de formación y moralista de vocación, llegó al sacerdocio no por experiencia mística, sino por lógica: comprendió que la medicina podía tratar cuerpos, pero no responder a las preguntas fundamentales sobre la vida y la verdad. Desde entonces, todo en su trayectoria ha seguido ese mismo principio: claridad, precisión, doctrina.</p><p>Nombrado obispo auxiliar en una diócesis insignificante y luego arzobispo en una sede simbólica pero espiritualmente exhausta, Eijk aplicó siempre el mismo método: diagnosticar y corregir. No emocionar. No seducir. Su fidelidad al magisterio no es efusiva ni carismática: es quirúrgica. Reorganizó diócesis, cerró parroquias inactivas, eliminó ambigüedades litúrgicas y exigió formación doctrinal sólida. Nunca por ideología. Siempre por coherencia.</p><p>Hecho cardenal por Benedicto XVI, no por cercanía personal sino por afinidad teológica, Eijk encarna la forma más pura de ortodoxia contemporánea: la que no busca entusiasmar, sino ordenar. En los sínodos no habló mucho, pero cuando lo hizo, su claridad desarmó discursos enteros. Fue uno de los pocos en señalar públicamente el "caos doctrinal" tras <em>Amoris Laetitia</em>, sin atacar al Papa, pero sin callar lo que consideraba un riesgo grave para la unidad de la fe.</p><p>Como papable, no lidera bloques. No atrae multitudes. Pero aparece como una opción real en contextos de hartazgo. Su eventual elección no sería un gesto político ni una concesión geográfica. Sería una decisión técnica: el regreso a una Iglesia más estructurada, más exigente, menos seductora. Un papado de restauración doctrinal sin violencia, pero sin pausa.</p><p>Con él, no habría improvisaciones mediáticas ni reformas pastorales ambiguas. Habría catecismo, liturgia sobria, autoridad magisterial. Una Iglesia más pequeña, más clara, más firme. ¿Más sola? Quizá. ¿Más santa? Según algunos, sí.</p><p>Eijk es el tipo de Papa que no gana por entusiasmo, sino por eliminación. No porque todos lo deseen. Sino porque, cuando las facciones se agotan, él es el único que no ha sido contaminado por el ruido. Su figura no propone reconciliación, sino alineación. No dialoga con el mundo: le recuerda lo que la Iglesia ya dijo antes. Y en un cónclave saturado de matices y medias tintas, esa rectitud podría convertirse en vía de escape.</p>...7122866El Sucesor: IV Wim Eijk El cardenal del frío doctrinal6161https://www.gandhi.com.mx/el-sucesor--iv--wim-eijk--el-cardenal-del-frio-doctrinal-9798231462797/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/7106949/image.jpg?v=638820363775930000InStockMXN99999DIEbook2025Español