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385637EN EL CAFE DE LA JUVENTUD PERDIDAhttps://www.gandhi.com.mx/en-el-cafe-de-la-juventud-perdida-1/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/4045655/9788433902634.jpg?v=638429203921600000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6499202/9788433902634.jpg?v=638627796104530000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6523561/9788433902634.jpg?v=638631829271200000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6563172/9788433902634.jpg?v=638639349746330000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6978561/9788433902634.jpg?v=638774954458830000220220MXNAnagramaInStock/Libros/Premios/Premio Nobel de Literatura//Libros/Premios//Libros/Entre exactitudes a las que querrían agarrarse y nebulosas que no quieren nombrar, cuatro personajes son convocados para hablar de uno de ellos, que también habla. ¿Versiones contradictorias? No. ¿Complementarias? Bah. El mundo de En el café de la juventud perdida no es un mundo que se pueda recomponer. Tiene algo de Escenas de la vida bohemia, claro, pero el libro que más cita es Horizontes perdidos, la invención de Shangri-La, donde el tiempo se detiene. Pero no merece la pena ir tan lejos, dice Louki, el centro de la novela. Me acuerdo de mis paseos nocturnos. Para mí, Montmartre era el Tíbet. Y aun así, se esté donde se esté un lugar cartografiado, una zona neutra, un número concreto de una calle concreta de París, salir de un sitio es siempre como salir de Shangri-La: entonces uno envejece, muere.383583EN EL CAFE DE LA JUVENTUD PERDIDA220220https://www.gandhi.com.mx/en-el-cafe-de-la-juventud-perdida-1/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/4045655/9788433902634.jpg?v=638429203921600000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6499202/9788433902634.jpg?v=638627796104530000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6523561/9788433902634.jpg?v=638631829271200000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6563172/9788433902634.jpg?v=638639349746330000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6978561/9788433902634.jpg?v=638774954458830000InStockMXN10FITapa blanda1a Edición20209788433902634_Entre exactitudes a las que querrían agarrarse y nebulosas que no quieren nombrar, cuatro personajes son convocados para hablar de uno de ellos, que también habla. ¿Versiones contradictorias? No. ¿Complementarias? Bah. El mundo de En el café de la juventud perdida no es un mundo que se pueda recomponer. Tiene algo de Escenas de la vida bohemia, claro, pero el libro que más cita es Horizontes perdidos, la invención de Shangri-La, donde el tiempo se detiene. Pero no merece la pena ir tan lejos, dice Louki, el centro de la novela. Me acuerdo de mis paseos nocturnos. Para mí, Montmartre era el Tíbet. Y aun así, se esté donde se esté un lugar cartografiado, una zona neutra, un número concreto de una calle concreta de París, salir de un sitio es siempre como salir de Shangri-La: entonces uno envejece, muere.9788433902634_Anagrama9788433902634_9788433902634136.0000x206.0000x10.0000Patrick ModianoEspañolEspaña2020-02-01T00:00:00+00:00136136.0000206.0000144.000010.0000Anagrama