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4839355En el principio era el sentidohttps://www.gandhi.com.mx/en-el-principio-era-el-sentido-9786075694733/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1815758/c8ddc75c-cd5e-40f9-a595-358f2f91777d.jpg?v=638494242667170000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6825793/9786075694733.jpg?v=638740218046370000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6833326/9786075694733.jpg?v=638742822308730000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6973263/9786075694733.jpg?v=638773960891270000239239MXNPaidósInStock/Libros/<p><strong>Recuperamos este clásico de Viktor E. Frankl en el que nos recuerda que la vida tiene un propósito, un sentido, y que ese sentido no es una imaginación nuestra, realmente existe.</strong></p><p>Viktor E. Frankl, cuya primera crisis existencial le sobreviene a una edad tan temprana como la que tenía Mozart cuando compuso su primer minué, fue incapaz de no dejar su impronta en el siglo XX: el siglo del replanteamiento de todos los valores, de la vertiginosa aceleración de todos los procesos y de la decadencia de las costumbres sometidas a una constante manipulación cotidiana.</p><p>Con una extraordinaria capacidad de percepción, Frankl dedicó su vida exclusivamente a un pensamiento fundamental que, antes de él, parecía innecesario: que la vida tiene un sentido y que dicho sentido no es una imaginación nuestra, sino que realmente existe. Podemos, pues, aplicar a Frankl la famosa frase de Goethe: En el principio era el sentido.</p>502929En el principio era el sentido239239https://www.gandhi.com.mx/en-el-principio-era-el-sentido-9786075694733/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1815758/c8ddc75c-cd5e-40f9-a595-358f2f91777d.jpg?v=638494242667170000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6825793/9786075694733.jpg?v=638740218046370000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6833326/9786075694733.jpg?v=638742822308730000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6973263/9786075694733.jpg?v=638773960891270000InStockMXN10FITapa blanda1a Edición20239786075694733_<p><strong>Recuperamos este clásico de Viktor E. Frankl en el que nos recuerda que la vida tiene un propósito, un sentido, y que ese sentido no es una imaginación nuestra, realmente existe.</strong></p><p>Viktor E. Frankl, cuya primera crisis existencial le sobreviene a una edad tan temprana como la que tenía Mozart cuando compuso su primer minué, fue incapaz de no dejar su impronta en el siglo XX: el siglo del replanteamiento de todos los valores, de la vertiginosa aceleración de todos los procesos y de la decadencia de las costumbres sometidas a una constante manipulación cotidiana.</p><p>Con una extraordinaria capacidad de percepción, Frankl dedicó su vida exclusivamente a un pensamiento fundamental que, antes de él, parecía innecesario: que la vida tiene un sentido y que dicho sentido no es una imaginación nuestra, sino que realmente existe. Podemos, pues, aplicar a Frankl la famosa frase de Goethe: En el principio era el sentido.</p>9786075694733_Paidós9786075694733_9786075694733150.0000x230.0000x8.0000Viktor E. FranklEspañolMéxico2023-06-16T00:00:00+00:00144150.0000230.0000165.00008.0000Paidós