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4841810En el principio era el sentidohttps://www.gandhi.com.mx/en-el-principio-era-el-sentido-9789688534687/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1862428/cd362e4b-d1ea-4dfa-9c7e-f5ce74cb6a55.jpg?v=638537996447330000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6483562/9789688534687.jpg?v=638622727298570000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6827713/9789688534687.jpg?v=638741237443730000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6829044/9789688534687.jpg?v=638742046292770000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6833596/9789688534687.jpg?v=638742823643300000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6857581/9789688534687.jpg?v=638749981285000000239239MXNPaidósInStock/Libros/<p>Alguien como Viktor E. Frankl, cuya primera crisis existencial le sobreviene a una edad tan temprana como la que tenía Wolfgang Amadeus Mozart cuando compuso su primer minué, ha tenido que dejar forzosamente su impronta en el siglo XX: el siglo del replanteamiento de todos los valores, de la aceleración vertiginosa de todos los procesos y de la decadencia de las costumbres, sometidas a una constante manipulación cotidiana.</p><p>En su camino hacia la inmortalidad intelectual, Viktor E. Frankl y a diferencia de Mozart vivió hasta la vejez con buena salud física y mental y una actividad incansable, incluyendo algunos años en los campos de concentración de Hitler, así como haber sido capaz de dedicar su vida <i>exclusivamente </i>a un pensamiento fundamental. Con una extraordinaria capacidad de percepción, Frankl pasó toda su existencia hablando de algo que, antes de él, parecía innecesario: explicar a los demás que la vida tiene un sentido, que ese sentido no es una imaginación nuestra, sino que <i>realmente </i>existe. Podemos, pues, aplicar a Frankl la famosa frase de Goethe: En el principio era el Sentido.</p>614907En el principio era el sentido239239https://www.gandhi.com.mx/en-el-principio-era-el-sentido-9789688534687/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1862428/cd362e4b-d1ea-4dfa-9c7e-f5ce74cb6a55.jpg?v=638537996447330000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6483562/9789688534687.jpg?v=638622727298570000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6827713/9789688534687.jpg?v=638741237443730000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6829044/9789688534687.jpg?v=638742046292770000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6833596/9789688534687.jpg?v=638742823643300000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6857581/9789688534687.jpg?v=638749981285000000InStockMXN1FITapa blanda1a Edición20139788449340888_W3siaWQiOiIyYjIzMTM0YS02ZmY2LTQxYWYtODY5MS0zZWU1MzYwOTQxZjgiLCJsaXN0UHJpY2UiOjQ0OSwiZGlzY291bnQiOjAsInNlbGxpbmdQcmljZSI6NDQ5LCJpbmNsdWRlc1RheCI6dHJ1ZSwicHJpY2VUeXBlIjoiV2hvbGVzYWxlIiwiY3VycmVuY3kiOiJNWE4iLCJmcm9tIjoiMjAyNC0wNS0yM1QyMzowMDowMFoiLCJyZWdpb24iOiJNWCIsImlzUHJlb3JkZXIiOmZhbHNlLCJpc0VsaWdpYmxlRm9yQ3JlZGl0VHJpYWwiOnRydWUsImNyZWRpdFB1cmNoYXNlUHJpY2UiOjF9XQ==9789688534687_<p>Alguien como Viktor E. 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Con una extraordinaria capacidad de percepción, Frankl pasó toda su existencia hablando de algo que, antes de él, parecía innecesario: explicar a los demás que la vida tiene un sentido, que ese sentido no es una imaginación nuestra, sino que <i>realmente </i>existe. Podemos, pues, aplicar a Frankl la famosa frase de Goethe: En el principio era el Sentido.</p>(*_*)9788449340888_<p>Viktor E. 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