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58260Enséñanos a orarhttps://www.gandhi.com.mx/ense-anos-a-orar-2/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1850856/8483ddd9-b3e7-47b9-871d-2f34a9f4b792.jpg?v=63833903771443000011951195MXNVerbo DivinoInStock/Libros/Los salmos son oración oficial de judíos y cristianos, compuestos durante un milenio por levitas de Sion (Jerusalén) y atribuidos a David. En hebreo se llaman tehilim y tefilim, alabanzas, oraciones, cantos de (para) Dios, por el mundo y los hombres. Los griegos los llamaron Salmos (Psalmoi), porque se cantaban con música de salterio (cítara, harpa). En momentos solemnes sonaban trompetas. En trances alegres se bailaban con tamboril y pandereta; en momentos tristes con viola antigua y voz quebrada Todos eran música hecha palabra, palabra hecha música.Hay salmos de amantes (shirim) y sabios (maskilim), lamentos, bendiciones, maldiciones, danzas de guerra, juego y perdón, elegías, ahogos, sollozos siempre de vida ante Dios. San Pablo, poco cantarín, pedía que llevemos cada uno a la misa o plegaria común un salmo nuestro o de la Biblia, que no cantemos siempre el mismo (1 Cor 14,26). Será tiempo de empezar. Para eso he compuesto este libro.58727Enséñanos a orar11951195https://www.gandhi.com.mx/ense-anos-a-orar-2/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1850856/8483ddd9-b3e7-47b9-871d-2f34a9f4b792.jpg?v=638339037714430000InStockMXN99999PO_FograTapa blanda1a Edición20239788490739006_Los salmos son oración oficial de judíos y cristianos, compuestos durante un milenio por levitas de Sion (Jerusalén) y atribuidos a David. En hebreo se llaman tehilim y tefilim, alabanzas, oraciones, cantos de (para) Dios, por el mundo y los hombres. Los griegos los llamaron Salmos (Psalmoi), porque se cantaban con música de salterio (cítara, harpa). En momentos solemnes sonaban trompetas. En trances alegres se bailaban con tamboril y pandereta; en momentos tristes con viola antigua y voz quebrada Todos eran música hecha palabra, palabra hecha música.Hay salmos de amantes (shirim) y sabios (maskilim), lamentos, bendiciones, maldiciones, danzas de guerra, juego y perdón, elegías, ahogos, sollozos siempre de vida ante Dios. San Pablo, poco cantarín, pedía que llevemos cada uno a la misa o plegaria común un salmo nuestro o de la Biblia, que no cantemos siempre el mismo (1 Cor 14,26). Será tiempo de empezar. Para eso he compuesto este libro.9788490739006_Verbo Divinoimpresion_bajo_demanda9788490739006_9788490739006Xabier Pikaza IbarrondoEspañolMéxico2023-04-24T00:00:00+00:0083216.00001.302016.0000Verbo Divino