4410988Filosofía para Arquitectoshttps://www.gandhi.com.mx/filosofia-para-arquitectos-9786078670628/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/4148926/9786078670628.jpg?v=638443341605270000196245MXNEditorial ArquinzaInStock/Libros/4536424Filosofía para Arquitectos196245https://www.gandhi.com.mx/filosofia-para-arquitectos-9786078670628/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/4148926/9786078670628.jpg?v=638443341605270000InStockMXN10FITapa blanda2da Edición20249786078670628_Para muchos arquitectos, esdifícil poner en duda que su principal<o:p></o:p>herramienta de trabajo es una caprichosa capacidad para manejar<o:p></o:p>tridimensionalmente espacios y volúmenes. Tal circunstancia<o:p></o:p>me hace creer que cuando se trabaja bajo principios prácticos se<o:p></o:p>inicia el fin de la teoría. Por tanto, hay razones profundas para<o:p></o:p>buscar nuevas maneras de enfocar el diseño arquitectónico, de<o:p></o:p>suerte que experimento, crítica y teoría sean fases sucesivas.<o:p></o:p>Aquí resulta interesante, la acaso curiosa circunstancia de que<o:p></o:p>el proceso de diseño tenga que extrapolarse a la teoría pura, a<o:p></o:p>fin de que sea posible reconocer en ella su fundamento. Esto no<o:p></o:p>es algo nuevo, por ejemplo, Vitrubio decía que los arquitectos<o:p></o:p>que sin letras sólo procuraron ser prácticos y diestros de<o:p></o:p>manos, no pudieron con sus obras conseguir crédito alguno.<o:p></o:p>Del mismo modo, los que se fiaron únicamente del raciocinio y<o:p></o:p>las letras siguieron una sombra de la cosa, no a la cosa misma.<o:p></o:p>Pero los que se instruyeron en ambas, como prevenidos de<o:p></o:p>todas armas, consiguieron con aplauso lo que sepropusieron.<o:p></o:p>9786078670628_Editorial Arquinza9786078670628_978607867062814.0000x21.0000x0.8000Artemio Quintino ZepedaEspañolMéxico2024-01-01T00:00:00+00:009614.000021.000091.00000.8000Editorial Arquinza