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862846Formación de Carácterhttps://www.gandhi.com.mx/formacion-de-caracter/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1291729/e1382cb5-78ae-434c-ba06-585a765c0631.jpg?v=638337800996370000185185MXNJorge HimitianInStock/Ebooks/<p>Hay tres palabras que definen muy bien nuestros objetivos como iglesia del Señor: calidad, unidad y cantidad.</p><p>Lamentablemente, las estadísticas del crecimiento de la iglesia suelen considerar solo la cantidad. Hay una especie de fiebre por la cantidad pero no por la calidad.</p><p>Necesitamos hacernos la siguiente pregunta importante: ¿Cuál es nuestro objetivo como iglesia del Señor? Debemos responder a esta pregunta con otra pregunta: ¿Cuál es el objetivo de Dios?</p><p>Dios ha establecido su meta desde antes de la fundación del mundo. Él nos ha escogido para que seamos santos delante de él (Efesios 1.4). Nos ha predestinado a ser como Jesús (Romanos 8.29). Nos ha llamado a ser uno con todos nuestros hermanos en Jesús. Su proyecto eterno es tener una familia (unidad) de muchos hijos (cantidad) semejantes a Jesús (calidad).</p><p>Podemos declarar con total certeza: Dios quiere cantidad, pero con calidad y en unidad. El gran desafío hoy es crecer en estas tres dimensiones. Tenemos que acabar con la mediocridad.</p><p>Toda gran fábrica tiene un departamento de control de calidad. Es hora de que nosotros también lo tengamos. Debemos revisar nuestra calidad y el estilo de vida de nuestras congregaciones.</p><p>De acuerdo con las Sagradas Escrituras, Jesucristo quiere una sola iglesia, gloriosa y santa (Efesios 5.26-27), edificada con oro, plata y piedras preciosas (1 Corintios 3.11-15). Pablo dice: hasta que todos lleguemos... a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Efesios 4.13).</p><p>En términos prácticos, eso significa una iglesia formada por familias que iven en paz y armonía. Maridos sabios y amables. Esposas sujetas, con un carácter amable y apacible. Hijos respetuosos y obedientes. Muchachos y chicas que lleguen castos y vírgenes al matrimonio. Ancianos respetados y venerados por la generación joven. Hijos criados en el amor y el temor de Dios. Trabajadores responsables, diligentes y fieles. Mujeres virtuosas, felices y llenas de buenas obras.</p>...860002Formación de Carácter185185https://www.gandhi.com.mx/formacion-de-caracter/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1291729/e1382cb5-78ae-434c-ba06-585a765c0631.jpg?v=638337800996370000InStockMXN99999DIEbook20201230004318453_W3siaWQiOiIxMjkzYjk2OS03OWU2LTRhMWQtOGE4ZC02MDk4MTg1OGRlOGMiLCJsaXN0UHJpY2UiOjE2OSwiZGlzY291bnQiOjAsInNlbGxpbmdQcmljZSI6MTY5LCJpbmNsdWRlc1RheCI6dHJ1ZSwicHJpY2VUeXBlIjoiSXBwIiwiY3VycmVuY3kiOiJNWE4iLCJmcm9tIjoiMjAyNC0xMC0zMFQwODowMDowMFoiLCJ0byI6IjIwMjQtMTEtMzBUMjM6NTk6NTlaIiwicmVnaW9uIjoiTVgiLCJpc1ByZW9yZGVyIjpmYWxzZX0seyJpZCI6IjU0NmRhN2Q2LWZlNWItNDEwOC1iYTMyLTQzZDdlYzE2OWMyMCIsImxpc3RQcmljZSI6MTgwLCJkaXNjb3VudCI6MCwic2VsbGluZ1ByaWNlIjoxODAsImluY2x1ZGVzVGF4Ijp0cnVlLCJwcmljZVR5cGUiOiJJcHAiLCJjdXJyZW5jeSI6Ik1YTiIsImZyb20iOiIyMDI0LTEyLTAxVDAwOjAwOjAwWiIsInJlZ2lvbiI6Ik1YIiwiaXNQcmVvcmRlciI6ZmFsc2V9XQ==1230004318453_<p>Hay tres palabras que definen muy bien nuestros objetivos como iglesia del Señor: calidad, unidad y cantidad.</p><p>Lamentablemente, las estadísticas del crecimiento de la iglesia suelen considerar solo la cantidad. Hay una especie de fiebre por la cantidad pero no por la calidad.</p><p>Necesitamos hacernos la siguiente pregunta importante: ¿Cuál es nuestro objetivo como iglesia del Señor? Debemos responder a esta pregunta con otra pregunta: ¿Cuál es el objetivo de Dios?</p><p>Dios ha establecido su meta desde antes de la fundación del mundo. Él nos ha escogido para que seamos santos delante de él (Efesios 1.4). Nos ha predestinado a ser como Jesús (Romanos 8.29). Nos ha llamado a ser uno con todos nuestros hermanos en Jesús. Su proyecto eterno es tener una familia (unidad) de muchos hijos (cantidad) semejantes a Jesús (calidad).</p><p>Podemos declarar con total certeza: Dios quiere cantidad, pero con calidad y en unidad. El gran desafío hoy es crecer en estas tres dimensiones. Tenemos que acabar con la mediocridad.</p><p>Toda gran fábrica tiene un departamento de control de calidad. Es hora de que nosotros también lo tengamos. Debemos revisar nuestra calidad y el estilo de vida de nuestras congregaciones.</p><p>De acuerdo con las Sagradas Escrituras, Jesucristo quiere una sola iglesia, gloriosa y santa (Efesios 5.26-27), edificada con oro, plata y piedras preciosas (1 Corintios 3.11-15). Pablo dice: hasta que todos lleguemos... a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Efesios 4.13).</p><p>En términos prácticos, eso significa una iglesia formada por familias que iven en paz y armonía. Maridos sabios y amables. Esposas sujetas, con un carácter amable y apacible. Hijos respetuosos y obedientes. Muchachos y chicas que lleguen castos y vírgenes al matrimonio. Ancianos respetados y venerados por la generación joven. Hijos criados en el amor y el temor de Dios. Trabajadores responsables, diligentes y fieles. Mujeres virtuosas, felices y llenas de buenas obras.</p>(*_*)1230004318453_<p>Hay tres palabras que definen muy bien nuestros objetivos como iglesia del Señor: calidad, unidad y cantidad.</p><p>Lamentablemente, las estadísticas del crecimiento de la iglesia suelen considerar solo la cantidad. Hay una especie de fiebre por la cantidad pero no por la calidad.</p><p>Necesitamos hacernos la siguiente pregunta importante: ¿Cuál es nuestro objetivo como iglesia del Señor? Debemos responder a esta pregunta con otra pregunta: ¿Cuál es el objetivo de Dios?</p><p>Dios ha establecido su meta desde antes de la fundación del mundo. Él nos ha escogido para que seamos santos delante de él (Efesios 1.4). Nos ha predestinado a ser como Jesús (Romanos 8.29). Nos ha llamado a ser uno con todos nuestros hermanos en Jesús. Su proyecto eterno es tener una familia (unidad) de muchos hijos (cantidad) semejantes a Jesús (calidad).</p><p>Podemos declarar con total certeza: Dios quiere cantidad, pero con calidad y en unidad. El gran desafío hoy es crecer en estas tres dimensiones. Tenemos que acabar con la mediocridad.</p><p>Toda gran fábrica tiene un departamento de control de calidad. Es hora de que nosotros también lo tengamos. Debemos revisar nuestra calidad y el estilo de vida de nuestras congregaciones.</p><p>De acuerdo con las Sagradas Escrituras, Jesucristo quiere una sola iglesia, gloriosa y santa (Efesios 5.26-27), edificada con oro, plata y piedras preciosas (1 Corintios 3.11-15). Pablo dice: hasta que todos lleguemos... a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Efesios 4.13).</p><p>En términos prácticos, eso significa una iglesia formada por familias que iven en paz y armonía. Maridos sabios y amables. Esposas sujetas, con un carácter amable y apacible. Hijos respetuosos y obedientes. Muchachos y chicas que lleguen castos y vírgenes al matrimonio. Ancianos respetados y venerados por la generación joven. Hijos criados en el amor y el temor de Dios. Trabajadores responsables, diligentes y fieles. Mujeres virtuosas, felices y llenas de buenas obras.</p>...1230004318453_Jorge Himitianlibro_electonico_6567c8c3-daaf-3e60-8da5-05a797a412af_1230004318453;1230004318453_1230004318453Jorge HimitianEspañolMéxicohttps://getbook.kobo.com/koboid-prod-public/5e73da7d-9a44-4080-816c-5168349e1a20-epub-5b78aa4b-76f4-491f-a662-f0140217a30f.epub2020-10-31T00:00:00+00:00Jorge Himitian