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6963242Historial clínicohttps://www.gandhi.com.mx/historial-clinico-9786074456639/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6511527/9786074456639.jpg?v=638629949527200000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6537427/9786074456639.jpg?v=638634808257130000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6606247/9786074456639.jpg?v=638654565653030000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6633732/9786074456639.jpg?v=638664292851200000229229MXNEdiciones EraInStock/Libros/Es una manera de decirlo. Hay algo de artificio en ello. Escribo sobre mi madre. La muerte de mi madre trastornó mi mundo: lo vi volverse una burbuja cubierta de cuchillos, un depredador avergonzado. Y yo me volví un fantasma que aprendía a caminar de nuevo, escribe León Plascencia Ñol al inicio de Historial clínico. A lo largo de estas páginas, la poesía adopta numerosas estrategias para abordar su electrizante materia de trabajo: el testimonio y el apunte, el listado y el álbum fotográfico, e incluso el diagnóstico, la farmacopea y el acta de defunción. El canto bien temperado es sustituido por la visión febril, y la poesía se vuelve delirio: una vez abierto el surco, metáfora no sólo del verso sino de la herida, toma distancia de él, una distancia crítica y de foco. No de otra forma se puede, ni más ni menos, arar en el vacío. Historial clínico no sólo representa el libro más personal de Plascencia Ñol; integra, además, un deslumbrante capítulo de nuestra poesía elegiaca. Entre Algo sobre la muerte del mayor Sabines y Oscura palabra de José Carlos Becerra; entre El retorno de Electra de Enriqueta Ochoa, Ese espacio, ese jardín de Coral Bracho y Antígona González de Sara Uribe, Historial clínico se alza con derecho propio, con la victoria pírrica de quien afirma que el lenguaje no está dicho.6636221Historial clínico229229https://www.gandhi.com.mx/historial-clinico-9786074456639/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6511527/9786074456639.jpg?v=638629949527200000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6537427/9786074456639.jpg?v=638634808257130000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6606247/9786074456639.jpg?v=638654565653030000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6633732/9786074456639.jpg?v=638664292851200000InStockMXN10FITapa blanda1a Edición20249786074456639_Es una manera de decirlo. Hay algo de artificio en ello. Escribo sobre mi madre. La muerte de mi madre trastornó mi mundo: lo vi volverse una burbuja cubierta de cuchillos, un depredador avergonzado. Y yo me volví un fantasma que aprendía a caminar de nuevo, escribe León Plascencia Ñol al inicio de Historial clínico. A lo largo de estas páginas, la poesía adopta numerosas estrategias para abordar su electrizante materia de trabajo: el testimonio y el apunte, el listado y el álbum fotográfico, e incluso el diagnóstico, la farmacopea y el acta de defunción. El canto bien temperado es sustituido por la visión febril, y la poesía se vuelve delirio: una vez abierto el surco, metáfora no sólo del verso sino de la herida, toma distancia de él, una distancia crítica y de foco. No de otra forma se puede, ni más ni menos, arar en el vacío. Historial clínico no sólo representa el libro más personal de Plascencia Ñol; integra, además, un deslumbrante capítulo de nuestra poesía elegiaca. Entre Algo sobre la muerte del mayor Sabines y Oscura palabra de José Carlos Becerra; entre El retorno de Electra de Enriqueta Ochoa, Ese espacio, ese jardín de Coral Bracho y Antígona González de Sara Uribe, Historial clínico se alza con derecho propio, con la victoria pírrica de quien afirma que el lenguaje no está dicho.9786074456639_Ediciones Era9786074456639_9786074456639140.0000x190.0000x9.0000León Plascencia ÑolEspañolMéxico2024-10-25T00:00:00+00:00144140.0000190.0000130.00009.0000Ediciones Era