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422378IDENTIDAD Y DIFERENCIA: LA FILOSOFIA Y LA CIENCIAhttps://www.gandhi.com.mx/identidad-y-diferencia-la-filosofia-y-la-ciencia/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/4049252/9786070302312.jpg?v=638429274909370000200405MXNSiglo XXIInStock/Libros/Rincón de Oportunidades/200//Libros/Rincón de Oportunidades//Libros/El XIV congreso internacional de filosofía tuvo como tema general el problema que se suscita entre la identidad y la diferencia, entre lo uno y lo otro, entre el uno y el otro. La identidad es uno de los principios lógicos (¿y ontológicos?) Supremos: el ser es o, si se prefiere decirlo de otra manera, toda cosa es idéntica a sí misma: a=a. Pero si toda cosa es idéntica a sí misma, esto quiere decir que toda cosa se hallaría en imposibilidad (¿lógica?, ¿metafísica?) De cambio; ha de permanecer igual y fiel a ella misma, sin alteración (y, desde luego, sin alteridad) posible. Leibinz, sin abandonar el principio de identidad, sostuvo el principio contrario, el principio de los indiscernibles, gracias al cual lo uno se hizo múltiple y se estableció el principio lógico (y ontológico) de identidad, que debe mantenerse como principio, lleva a la inmovilidad y pone el acento en el pasado (o, en el mejor de los casos, en el presente), el principio de los indiscernibles conduce al futuro, a la relación con el otro. De estos y otros asuntos se ocupó el XIV congreso internacional de filosofía. Lo hizo con altura y con pasión. Algunos de sus resultados están aquí, en estos tres volúmenes.419799IDENTIDAD Y DIFERENCIA: LA FILOSOFIA Y LA CIENCIA200405https://www.gandhi.com.mx/identidad-y-diferencia-la-filosofia-y-la-ciencia/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/4049252/9786070302312.jpg?v=638429274909370000InStockMXN1FITapa blanda1a Edición20109786070302312_El XIV congreso internacional de filosofía tuvo como tema general el problema que se suscita entre la identidad y la diferencia, entre lo uno y lo otro, entre el uno y el otro. La identidad es uno de los principios lógicos (¿y ontológicos?) Supremos: el ser es o, si se prefiere decirlo de otra manera, toda cosa es idéntica a sí misma: a=a. Pero si toda cosa es idéntica a sí misma, esto quiere decir que toda cosa se hallaría en imposibilidad (¿lógica?, ¿metafísica?) De cambio; ha de permanecer igual y fiel a ella misma, sin alteración (y, desde luego, sin alteridad) posible. Leibinz, sin abandonar el principio de identidad, sostuvo el principio contrario, el principio de los indiscernibles, gracias al cual lo uno se hizo múltiple y se estableció el principio lógico (y ontológico) de identidad, que debe mantenerse como principio, lleva a la inmovilidad y pone el acento en el pasado (o, en el mejor de los casos, en el presente), el principio de los indiscernibles conduce al futuro, a la relación con el otro. De estos y otros asuntos se ocupó el XIV congreso internacional de filosofía. Lo hizo con altura y con pasión. Algunos de sus resultados están aquí, en estos tres volúmenes.9786070302312_Siglo XXI9786070302312_9786070302312Jaime LabastidaEspañolMéxico62Siglo XXI