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641302IMPACIENCIA DEL CORAZONhttps://www.gandhi.com.mx/impaciencia-del-corazon/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/4406638/9789700725536.jpg?v=6384655992246000006875MXNPorrúaInStock/Libros/Hofmiller, joven oficial, es el objeto amoroso de Edith, una muchacha minusválida, a quien ilusiona con promesa de matrimonio, sin saber si será capaz de cumplir. él en u interior se resiste al dolor ajeno y al sufrimiento propio. Ella guarda la esperanza de que su condición de inválida será suficiente para lograr retenerlo a su lado. A partir de esta historia, el escritor austriaco Stefan Zweig profundiza en el tema de la compasión: Existen dos clases de compasión. Una cobarde y sentimental que, en verdad, no es más que la impaciencia del corazón por liberarse lo antes posible de la emoción molesta que causa la desgracia ajena, aquella compasión que no es compasión verdadera, sino una forma instintiva de ahuyentar el alma propia la pena extraña. La otra, la única que importa, es la compasión no sentimental pero productiva, la que sabe lo que quiere y está dispuesta a compartir un sufrimiento hasta el límite de sus fuerzas y aun más allá de ese límite.638611IMPACIENCIA DEL CORAZON6875https://www.gandhi.com.mx/impaciencia-del-corazon/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/4406638/9789700725536.jpg?v=638465599224600000InStockMXN10FITapa blanda2da Edición20259789700725536_Hofmiller, joven oficial, es el objeto amoroso de Edith, una muchacha minusválida, a quien ilusiona con promesa de matrimonio, sin saber si será capaz de cumplir. él en u interior se resiste al dolor ajeno y al sufrimiento propio. Ella guarda la esperanza de que su condición de inválida será suficiente para lograr retenerlo a su lado. A partir de esta historia, el escritor austriaco Stefan Zweig profundiza en el tema de la compasión: Existen dos clases de compasión. Una cobarde y sentimental que, en verdad, no es más que la impaciencia del corazón por liberarse lo antes posible de la emoción molesta que causa la desgracia ajena, aquella compasión que no es compasión verdadera, sino una forma instintiva de ahuyentar el alma propia la pena extraña. La otra, la única que importa, es la compasión no sentimental pero productiva, la que sabe lo que quiere y está dispuesta a compartir un sufrimiento hasta el límite de sus fuerzas y aun más allá de ese límite.9789700725536_Porrúa9789700725536_97897007255360.0000x0.0000x0.0000Stefan ZweigEspañolMéxico2600.00000.00000.00000.0000Porrúa