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No hay edad como los 40. Entiendes lo que pasa a tu alrededor, conoces tus habilidades y tus puntos ciegos, sabes cuidar y cuidarte, conoces de éxitos. Te has vuelto más sabia a fuerza de levantarte y persistir, de los viajes y los amores. Ahora sabes mantener la distancia y asumir riesgos, distingues qué importa y de qué es mejor reírse. Equilibras, como ni tu versión veinteañera ni treintañera podría, la versión que aspiras a ser con tu verdadero yo: eres tú misma ante todo el mundo. Sigues asombrándote, improvisas, avanzas con la frente en alto.
Lindsey Mead reúne a 15 inteligentes y divertidas mujeres para explorar, a través de crónicas, ficciones e incluso una serie de dibujos, una etapa que recién comenzamos a valorar en su exacta dimensión: la época de las decisiones acertadas, de los reinicios, las renuncias y, sobre todo, la edad de oro para disfrutar la vida con alegría. A través de las experiencias de estas mujeres, derrumbarás falsas creencias sobre la edad, te divertirás con sus consideraciones sobre outfits y te identificarás con sus disertaciones sobre los cumpleaños.

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Quince mujeres distintas, atravesando momentos distintos. .. Nos vemos en sus historias, nos escuchamos en sus voces. Nos sentimos representadas y nos solidarizamos con sus luchas, porque al final nos dejan con un cachito de esperanza. Ileana Rodríguez, Reclu, del Prólogo No hay edad como los 40. Entiendes lo que pasa a tu alrededor, conoces tus habilidades y tus puntos ciegos, sabes cuidar y cuidarte, conoces de éxitos. Te has vuelto más sabia a fuerza de levantarte y persistir, de los viajes y los amores. Ahora sabes mantener la distancia y asumir riesgos, distingues qué importa y de qué es mejor reírse. Equilibras, como ni tu versión veinteañera ni treintañera podría, la versión que aspiras a ser con tu verdadero yo: eres tú misma ante todo el mundo. Sigues asombrándote, improvisas, avanzas con la frente en alto. Lindsey Mead reúne a 15 inteligentes y divertidas mujeres para explorar, a través de crónicas, ficciones e incluso una serie de dibujos, una etapa que recién comenzamos a valorar en su exacta dimensión: la época de las decisiones acertadas, de los reinicios, las renuncias y, sobre todo, la edad de oro para disfrutar la vida con alegría. A través de las experiencias de estas mujeres, derrumbarás falsas creencias sobre la edad, te divertirás con sus consideraciones sobre outfits y te identificarás con sus disertaciones sobre los cumpleaños.

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«Quince mujeres distintas, atravesando momentos distintos. […..] Nos vemos en sus historias, nos escuchamos en sus voces. Nos sentimos representadas y nos solidarizamos con sus luchas, porque al final nos dejan con un cachito de esperanza». Ileana Rodríguez, Reclu, del Prólogo No hay edad como los 40. Entiendes lo que pasa a tu alrededor, conoces tus habilidades y tus puntos ciegos, sabes cuidar y cuidarte, conoces de éxitos. Te has vuelto más sabia a fuerza de levantarte y persistir, de los viajes y los amores. Ahora sabes mantener la distancia y asumir riesgos, distingues qué importa y de qué es mejor reírse. Equilibras, como ni tu versión veinteañera ni treintañera podría, la versión que aspiras a ser con tu verdadero yo: eres tú misma ante todo el mundo. Sigues asombrándote, improvisas, avanzas con la frente en alto. Lindsey Mead reúne a 15 inteligentes y divertidas mujeres para explorar, a través de crónicas, ficciones e incluso una serie de dibujos, una etapa que recién comenzamos a valorar en su exacta dimensión: la época de las decisiones acertadas, de los reinicios, las renuncias y, sobre todo, la edad de oro para disfrutar la vida con alegría. A través de las experiencias de estas mujeres, derrumbarás falsas creencias sobre la edad, te divertirás con sus consideraciones sobre outfits y te identificarás con sus disertaciones sobre los cumpleaños.

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Quince mujeres distintas, atravesando momentos distintos. [..] Nos vemos en sus historias, nos escuchamos en sus voces. Nos sentimos representadas y nos solidarizamos con sus luchas, porque al final nos dejan con un cachito de esperanza. Ileana Rodríguez, Reclu, del Prólogo

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La buena vida comienza a los 40

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