product
506326La familia Burrónhttps://www.gandhi.com.mx/la-familia-burron-t-11/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/4407066/9789700770765.jpg?v=638465605861900000261290MXNPorrúaInStock/Libros/Cincuenta años se dice fácil, pero a lo largo de cinco décadas, Gabriel Vargas ha reflejado el acontecer cotidiano de nuestra ciudad en la revista La Familia Burrón, en donde presenta el devenir histórico de la clase media de la capital, con sus carencias, ilusiones, esperanzas...El autor ha trabajado sin descanso por presentar cada semana esta historieta que constituye una parte importante de la vida de nuestro pueblo, en donde se refleja el verdadero México, la sociología del mexicano, sin tapujos pero de una manera festiva, con el ingenio y la gracia de don Gabriel, que es reconocida no solamente en su patria, sino en el extranjero, donde se estudia su obra y se le señala como uno de los más grandes sociólogos de América. En esta serie que hoy inicia la Editorial Porrúa, recoge en 12 episodios (de colección) la historieta La Familia Burrón, no como un homenaje a Gabriel Vargas, sino a nuestro pueblo, el que podrá coleccionar el trabajo del autor considerado como un clásico en varios tomos.504752La familia Burrón261290https://www.gandhi.com.mx/la-familia-burron-t-11/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/4407066/9789700770765.jpg?v=638465605861900000InStockMXN1FITapa blanda1a Edición20199789700770765_Gabriel Vargas uno de los más grandes historietistas mexicanos, con una trayectoria de casi setenta años de trabajo ininterrumpido, al incursionar en el mundo de la historieta lo hizo con el propósito de llevar un poco de alegría a nuestro pueblo, de hacerlo reír y lo logró, ha hecho las delicias de varias generaciones, y sigue haciéndolo, ya que la revista la familia Burrón ha pasado de padres a hijos, llevando un mensaje de alegría y optimismo a los festivos mexicanos. Fue el quinto, de los doce hijos de don Víctor Vargas y josefina Bernal. Nació en la ciudad de Tulancingo, Hidalgo, el 24 de marzo de 1918 y desde muy niño dejó ver su precocidad e inteligencia, observando, preguntando, leyendo. Sólo tenía 5 años cuando falleció su padre; la familia se vino a radicar a México, y al inscribirlo en la escuela Rodolfo Menéndez, el director don Evaristo Ruiz, de primero lo pasó a tercer año, por su vivacidad e inteligencia. Empezaba a dibujar. Hubo un concurso en Osaka, Japón, donde participaron niños de todas las escuelas de la capital, y Gabriel sacó el segundo lugar, y así obtenía siempre los primeros premios en dibujo. A la secretaría de educación pública se iba a dibujar, ahí pasaba mucho tiempo en lugar de ir a la secundaria. Al conocer sus trabajos el ministro Alfonso Pruneda, los comentó con el señor don juan Olaguivel (director de dibujo y trabajos manuales y con don Alfonso caso quien decía que los trabajos de Vargas parecían códices). Le ofrecen una beca para estudiar en Francia, a lo que él se negó sólo tenía 13 años. Se le dio una pensión y ofrecimiento de trabajo donde él quisiera. Pidió el periódico Excélsior. A los 13 años llegó a Excélsior, le hicieron entrevistas, lo llamaron el niño genio, el embajador japonés por su caballerosidad y seriedad a esa temprana edad, y le ofrecieron una plaza en dibujo, donde llegó a ser jefe de ese departamento a los pocos años. Reconocido dibujante, respetable por su seriedad y profesionalismo, así como su aspecto casi adusto, en sus trabajos despliega gran sentido del humor, pero también refleja un profundo sentido crítico. Gabriel Vargas, siempre con un libro en el brazo, leyendo, estudiando, observando, de una seriedad increíble y una intensa capacidad de trabajo. Al conocer su talento don Ignacio herrerías, el dueño de novedades, le pidió realizar algo novedoso, como se le conocía ideo hacer la vida de cristo, con gran respeto, pero a su estilo. Y así salieron varios números; como era la época de la persecución religiosa, Gabriel fue a la cárcel y novedades, a punto de ser cerrado. Y así terminó esta historieta por proselitismo religioso. Después de esto, Vargas siguió haciendo historietas en serio como el caballero rojo, Frank piernas muertas, la vida de pancho villa, Sherlok Holmes, en novedades, y para los jueves de Excélsior realizó la historieta virola y Piolita. Entonces don Gabriel colaboraba para los dos diarios realizando trabajos de dibujo. Fue en esa época cuando José García Valseca iniciaba el mundo de las historietas, y convocó a un concurso al que entró la mayoría de los dibujantes de México. Gabriel Vargas con la sencillez que le es característica no quería entrar, para entonces hacía escultura con diferentes materiales, así como pintura al óleo y acuarela. Pero un amigo lo retó diciendo que si le daba miedo entrar al concurso, y así fue como a última hora se inscribió, y ganó el primer lugar, por el texto, más que por el dibujo. García Valseca lo invitó a trabajar con él, pero por lealtad a Excélsior rechazó el ofrecimiento y pasó un año para que aceptara colaborar con esa empresa en donde le pagaban infinitamente más. Aceptó; se inició realizando la historieta Jilemón metralla y bomba, que tuvo gran éxito, se llegaron a imprimir 500 mil ejemplares cada semana; se batió el récord, se ganaba mucho dinero; eran los años cuarenta y había ganancias para la empresa de más de dos millones de pesos cada diez días. Así pasaron nueve años, fue la era de la historieta en México, donde quiera se hablaba de este personaje, don Jilemón, un exdiputado, prepotente, con ínfulas de poder y haciendo transas a quien podía, auxiliado por su secretaria sirvienta Cuataneta, que lo sacaba de apuros, y pedía prestado para darle de comer. Fue tal éxito, que de nuevo lo retaron. Esta vez, su amigo Armando Ferrari quien realizaba Anita de monte mar, para radio, le hizo una apuesta; que no podía manejar en la historieta a una mujer.(*_*)9789700770765_Cincuenta años se dice fácil, pero a lo largo de cinco décadas, Gabriel Vargas ha reflejado el acontecer cotidiano de nuestra ciudad en la revista La Familia Burrón, en donde presenta el devenir histórico de la clase media de la capital, con sus carencias, ilusiones, esperanzas...El autor ha trabajado sin descanso por presentar cada semana esta historieta que constituye una parte importante de la vida de nuestro pueblo, en donde se refleja el verdadero México, la sociología del mexicano, sin tapujos pero de una manera festiva, con el ingenio y la gracia de don Gabriel, que es reconocida no solamente en su patria, sino en el extranjero, donde se estudia su obra y se le señala como uno de los más grandes sociólogos de América. En esta serie que hoy inicia la Editorial Porrúa, recoge en 12 episodios (de colección) la historieta La Familia Burrón, no como un homenaje a Gabriel Vargas, sino a nuestro pueblo, el que podrá coleccionar el trabajo del autor considerado como un clásico en varios tomos.9789700770765_Porrúa9789700770765_97897007707650.0000x0.0000x0.0000Gabriel VargasEspañolMéxico4440.00000.00000.00000.0000Porrúa