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557713La fiesta de la insignificanciahttps://www.gandhi.com.mx/la-fiesta-de-la-insignificancia/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1809119/49feb477-98c4-46b4-9064-07349f88cff3.jpg?v=638491635033770000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/5785133/9786074216141.jpg?v=638593503644930000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6602867/9786074216141.jpg?v=638653255257370000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6632972/9786074216141.jpg?v=638664125443770000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6633519/9786074216141.jpg?v=638664219691900000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6637494/9786074216141.jpg?v=638665369844570000228228MXNTusquets editoresInStock/Libros/Literatura y novelas/Literatura universal//Libros/Literatura y novelas//Libros//Libros/Autores destacados/Milan Kundera//Libros/Autores destacados/<p>Proyectar una luz sobre los problemas más serios y a la vez no pronunciar una sola frase seria, estar fascinado por la realidad del mundo contemporáneo y, a la vez, evitar todo realismo, así es <i>La fiesta de la insignificancia</i>.</p><p>Quien conozca las obras anteriores de Kundera sabe que en él no son en absoluto inesperadas las ganas de incorporar en una novela algo no serio. En <i>La inmortalidad</i>, Goethe y Hemingway pasean juntos durante muchos capítulos, charlan y se divierten. Y en <i>La lentitud</i>, Vera, la esposa del autor, dice a su marido: Me has dicho muchas veces que un día escribirías una novela en la que no habría ninguna palabra seria... Te lo advierto: ve con cuidado: tus enemigos acechan.</p><p>Pero, en lugar de ir con cuidado, en esta novela Kundera ve por fin plenamente cumplido su viejo sueño estético, que puede leerse como un sorprendente resumen de toda su obra. Menudo resumen. Menudo epílogo. Menuda risa inspirada en nuestra época, que es cómica porque ha perdido todo su sentido del humor.</p><p>¿Qué más puede decirse? Nada. ¡Lean!</p>556410La fiesta de la insignificancia228228https://www.gandhi.com.mx/la-fiesta-de-la-insignificancia/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1809119/49feb477-98c4-46b4-9064-07349f88cff3.jpg?v=638491635033770000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/5785133/9786074216141.jpg?v=638593503644930000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6602867/9786074216141.jpg?v=638653255257370000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6632972/9786074216141.jpg?v=638664125443770000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6633519/9786074216141.jpg?v=638664219691900000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6637494/9786074216141.jpg?v=638665369844570000InStockMXN10FITapa blanda1a Edición20149786074216141_<p>Proyectar una luz sobre los problemas más serios y a la vez no pronunciar una sola frase seria, estar fascinado por la realidad del mundo contemporáneo y, a la vez, evitar todo realismo, así es <i>La fiesta de la insignificancia</i>.</p><p>Quien conozca las obras anteriores de Kundera sabe que en él no son en absoluto inesperadas las ganas de incorporar en una novela algo no serio. En <i>La inmortalidad</i>, Goethe y Hemingway pasean juntos durante muchos capítulos, charlan y se divierten. Y en <i>La lentitud</i>, Vera, la esposa del autor, dice a su marido: Me has dicho muchas veces que un día escribirías una novela en la que no habría ninguna palabra seria... Te lo advierto: ve con cuidado: tus enemigos acechan.</p><p>Pero, en lugar de ir con cuidado, en esta novela Kundera ve por fin plenamente cumplido su viejo sueño estético, que puede leerse como un sorprendente resumen de toda su obra. Menudo resumen. Menudo epílogo. Menuda risa inspirada en nuestra época, que es cómica porque ha perdido todo su sentido del humor.</p><p>¿Qué más puede decirse? Nada. ¡Lean!</p>9786074216141_Tusquets editores9786074216141_9786074216141140.0000x210.0000x10.0000Milan KunderaEspañolMéxico2014-09-26T00:00:00+00:00144140.0000210.0000160.000010.0000Tusquets editores