product
4836984La mitad oscurahttps://www.gandhi.com.mx/la-mitad-oscura-9786073125246/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1805871/f6eae511-f304-45dd-a161-fa72950c2f83.jpg?v=638532729633900000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6537068/9786073125246.jpg?v=638634701457370000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6636224/9786073125246.jpg?v=638665300901300000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6694112/9786073125246.jpg?v=638690368878330000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6818384/9786073125246.jpg?v=638738365838030000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6861446/9786073125246.jpg?v=638750889106000000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/7107772/9786073125246.jpg?v=638820634309570000351399MXNDebolsilloInStock/Libros/Literatura y novelas//Libros/<p>Thad Beaumont es un escritor despechado que acaba fundiéndose con sus macabros personajes thrillerescos.</p> <p>Escalofriante.</p><p>The New York Times Books Review</p><p>Cuando Thad Beaumont, en pleno bloqueo creativo después de que su novela <i>Las súbitas bailarinas</i> optara al Premio Nacional de Literatura y lo perdiera, decidió seguir los consejos de su mujer y publicar una serie de thrillers retorcidos y sangrientos bajo el seudónimo de Geroge Stark, no pensó que le sería tan difícil deshacerse de ese otro yo que, sin saber cómo, había dejado de ser ficticio.</p><p>Cuando el comisario Alan Pangborn apareció en su casa acusándole de un brutal asesinato, Thad quiso afirmar su inocencia, asegurar que nada tenía que ver con todos esos monstruosos asesinatos cometidos tan cerca de su casa, ni con la retorcida mente que protagonizaba sus novelas policiacas, ni con las llamadas de aquella voz que, obscena y susurrante, le pedía por teléfono que se rindiese. Pero ¿cómo podría explicar que sus huellas ensangrentadas aparecieran por todas partes en la escena del crímen?</p> <p></p> <p></p>434867La mitad oscura351399https://www.gandhi.com.mx/la-mitad-oscura-9786073125246/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1805871/f6eae511-f304-45dd-a161-fa72950c2f83.jpg?v=638532729633900000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6537068/9786073125246.jpg?v=638634701457370000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6636224/9786073125246.jpg?v=638665300901300000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6694112/9786073125246.jpg?v=638690368878330000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6818384/9786073125246.jpg?v=638738365838030000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6861446/9786073125246.jpg?v=638750889106000000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/7107772/9786073125246.jpg?v=638820634309570000InStockMXN1FITapa blanda1a Edición20149788401354472_W3siaWQiOiI4YjFkMTg3ZC03Y2YzLTRiMDYtYTlmNS03ZmYxNDUwYzk5MzEiLCJsaXN0UHJpY2UiOjg5LCJkaXNjb3VudCI6MCwic2VsbGluZ1ByaWNlIjo4OSwiaW5jbHVkZXNUYXgiOnRydWUsInByaWNlVHlwZSI6IkFnZW5jeSIsImN1cnJlbmN5IjoiTVhOIiwiZnJvbSI6IjIwMjQtMDQtMTRUMjM6MDA6MDBaIiwicmVnaW9uIjoiTVgiLCJpc1ByZW9yZGVyIjpmYWxzZX1d9786073125246_<p>Thad Beaumont es un escritor despechado que acaba fundiéndose con sus macabros personajes thrillerescos.</p> <p>Escalofriante.</p><p>The New York Times Books Review</p><p>Cuando Thad Beaumont, en pleno bloqueo creativo después de que su novela <i>Las súbitas bailarinas</i> optara al Premio Nacional de Literatura y lo perdiera, decidió seguir los consejos de su mujer y publicar una serie de thrillers retorcidos y sangrientos bajo el seudónimo de Geroge Stark, no pensó que le sería tan difícil deshacerse de ese otro yo que, sin saber cómo, había dejado de ser ficticio.</p><p>Cuando el comisario Alan Pangborn apareció en su casa acusándole de un brutal asesinato, Thad quiso afirmar su inocencia, asegurar que nada tenía que ver con todos esos monstruosos asesinatos cometidos tan cerca de su casa, ni con la retorcida mente que protagonizaba sus novelas policiacas, ni con las llamadas de aquella voz que, obscena y susurrante, le pedía por teléfono que se rindiese. Pero ¿cómo podría explicar que sus huellas ensangrentadas aparecieran por todas partes en la escena del crímen?</p> <p></p> <p></p>(*_*)9788401354472_pstrongStephen King sorprende y aterroriza una vez más al lector con su magistral don para destapar y exhibir la mitad más oscura del ser humano./strong/ppCuando Thad Beaumont en pleno bloqueo creativo, después de que su novela emLas súbitas bailarinas/em optara al Premio Nacional de Literatura y lo perdiera, decidió seguir los consejos de su mujer y publicar una serie de emthrillers/em retorcidos y sangrientos bajo el pseudónimo de George Stark, no pensó, ni por asomo, que le sería tan difícil deshacerse de ese otro yo que, no se explicaba cómo, había dejado de ser ficticio./ppCuando el comisario Alan Pangborn aparece en su casa acusándole de un brutal asesinato, Thad trata de afirmar su inocencia, de asegurar que nada tiene que ver con todos esos monstruosos asesinatos cometidos tan cerca de su casa, ni con la retorcida mente que protagoniza sus novelas policíacas, ni con las llamadas de aquella voz que, obscena y susurrante, le pide al teléfono que se rinda. Pero, ¿cómo explicar que sus huellas ensangrentadas han aparecido por todas partes en la escena del crimen?/ppstrongLa crítica ha dicho.../strongbr /Escalofriante.br /emThe New York Times Books Review/em/p9786073125246_Debolsillo(*_*)9788401354472_Penguin Random House Grupo Editorial Españalibro_electonico_9786073125246_9786073125246;9788401354472_9788401354472125.0000x190.0000x37.0000Stephen KingEspañolMéxico2014-08-01T00:00:00+00:00568125.0000190.0000420.000037.0000Debolsillohttps://getbook.kobo.com/koboid-prod-public/randomhousemondadori-epub-959d1c31-50e0-4990-9ac4-454ded17b669.epub