product
4306044La sonrisa de Angélica ( Comisario Montalbano 21 )https://www.gandhi.com.mx/la-sonrisa-de-angelica---comisario-montalbano-21---9788498385410/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/3992658/8016f14bf139faeb7d6731038bd1604fc13cd2ac_9788498385410.jpg?v=638561317247370000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6469335/9788498385410.jpg?v=638618469058370000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6566584/9788498385410.jpg?v=638639397090100000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/7103915/9788498385410.jpg?v=638818177255030000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/7143281/9788498385410.jpg?v=638830982543830000MXNSalamandraOutOfStock/Libros/Literatura y novelas//Libros/<p><b>Una serie de robos ejecutados de forma extremadamente ingeniosa y audaz se extienden de la noche a la mañana entre los habitantes más adinerados de Vigta. Los cacos logran desvalijar simultáneamente la residencia principal y la de veraneo, y, en pocos días, enormes sumas en efectivo, joyas y valiosísimas obras de arte pasan de las manos de sus dueños a las de estos expertos delincuentes que, en apariencia, lo tienen todo calculado.</b></p><p>Con la llegada de una enigmática <b>misiva anónima</b> en la que el cerebro de la organización reta a Salvo Montalbano a jugar una suerte de partida de ajedrez, el caso se convierte rápidamente en <b>un desafío</b> para nuestro comisario. Pero lo que de verdad complica las cosas es la aparición en escena de Angélica Cosulich, una de las <b>víctimas</b> de los robos. La belleza fulgurante de esta joven treintañera de sonrisa luminosa trastorna profundamente a Salvo, pues es la viva imagen de la Angélica del Orlando furioso, el <b>ideal femenino</b> que protagonizó las fantasías adolescentes del comisario. Como Orlando, Montalbano deberá luchar simultáneamente en distintos flancos: por un lado, <b>confuso y obstinado</b>, contra los achaques de la edad -se está acercando a los sesenta-, y por otro, contra la atracción de una mujer a la que es <b>incapaz de resistirse</b>. Con las hilarantes aportaciones de Catarella y las dosis de genial improvisación con las que el comisario elude los intentos disciplinarios de sus superiores, <i>La sonrisa de Angélica</i> es una de las aventuras más <b>emocionantes y divertidas</b> de la serie.</p>4241883La sonrisa de Angélica ( Comisario Montalbano 21 )199199https://www.gandhi.com.mx/la-sonrisa-de-angelica---comisario-montalbano-21---9788498385410/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/3992658/8016f14bf139faeb7d6731038bd1604fc13cd2ac_9788498385410.jpg?v=638561317247370000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6469335/9788498385410.jpg?v=638618469058370000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6566584/9788498385410.jpg?v=638639397090100000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/7103915/9788498385410.jpg?v=638818177255030000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/7143281/9788498385410.jpg?v=638830982543830000OutOfStockMXN0FITapa blanda1a Edición20139788415630173_W3siaWQiOiI5MGU5Mjk2MC1jNTBhLTQ5ZGQtOWE5Zi1mODcyZTMzY2Q1NjIiLCJsaXN0UHJpY2UiOjExOSwiZGlzY291bnQiOjAsInNlbGxpbmdQcmljZSI6MTE5LCJpbmNsdWRlc1RheCI6dHJ1ZSwicHJpY2VUeXBlIjoiQWdlbmN5IiwiY3VycmVuY3kiOiJNWE4iLCJmcm9tIjoiMjAyMy0xMC0zMFQwMjowMDowMFoiLCJyZWdpb24iOiJNWCIsImlzUHJlb3JkZXIiOmZhbHNlfV0=9788498385410_<p><b>Una serie de robos ejecutados de forma extremadamente ingeniosa y audaz se extienden de la noche a la mañana entre los habitantes más adinerados de Vigta. Los cacos logran desvalijar simultáneamente la residencia principal y la de veraneo, y, en pocos días, enormes sumas en efectivo, joyas y valiosísimas obras de arte pasan de las manos de sus dueños a las de estos expertos delincuentes que, en apariencia, lo tienen todo calculado.</b></p><p>Con la llegada de una enigmática <b>misiva anónima</b> en la que el cerebro de la organización reta a Salvo Montalbano a jugar una suerte de partida de ajedrez, el caso se convierte rápidamente en <b>un desafío</b> para nuestro comisario. Pero lo que de verdad complica las cosas es la aparición en escena de Angélica Cosulich, una de las <b>víctimas</b> de los robos. La belleza fulgurante de esta joven treintañera de sonrisa luminosa trastorna profundamente a Salvo, pues es la viva imagen de la Angélica del Orlando furioso, el <b>ideal femenino</b> que protagonizó las fantasías adolescentes del comisario. Como Orlando, Montalbano deberá luchar simultáneamente en distintos flancos: por un lado, <b>confuso y obstinado</b>, contra los achaques de la edad -se está acercando a los sesenta-, y por otro, contra la atracción de una mujer a la que es <b>incapaz de resistirse</b>. Con las hilarantes aportaciones de Catarella y las dosis de genial improvisación con las que el comisario elude los intentos disciplinarios de sus superiores, <i>La sonrisa de Angélica</i> es una de las aventuras más <b>emocionantes y divertidas</b> de la serie.</p>(*_*)9788415630173_<p><strong>En este nuevo caso, el comisario Montalbano se encuentra luchando simultáneamente contra los achaques de la edad, confuso y obstinado, y por otro, contra la atracción de una mujer a la que es incapaz de resistirse.</strong></p><p><strong>Una de las aventuras más emocionantes y divertidas de la serie.</strong></p><p>Una serie de robos ejecutados de forma extremadamente ingeniosa y audaz se extienden de la noche a la mañana entre los habitantes más adinerados de Vigta. En todos los casos, los ladrones logran desvalijar simultáneamente la residencia principal y la de veraneo, y en pocos días, enormes sumas en efectivo, joyas y valiosísimas obras de arte han pasado de las manos de sus dueños a las de estos expertos delincuentes, que no dejan ninguna pista tras de sí. Al menos, en apariencia...</p><p>El caso se convierte rápidamente en un desafío para Montalbano con la llegada de unas enigmáticas misivas anónimas en las que el cerebro de la organización reta a nuestro comisario a jugar una suerte de partida de ajedrez. Pero lo que de verdad complica las cosas es la aparición en escena de Angelica Cosulich, una de las víctimas de los robos. En unos días en que Montalbano sufre una aguda crisis de celos, pues sospecha que Livia le está engañando en Génova, la belleza fulgurante de Angelica Cosulich lo trastorna profundamente, porque esta joven treintañera de sonrisa luminosa es la viva imagen de la Angelica de Orlando furioso según la retrató Gustave Doré, el ideal femenino que hechizó las fantasías adolescentes del comisario.</p><p>Cuando después de una escaramuza uno de los miembros de la banda de ladrones aparece muerto, todo se precipita hacia una verdad que se revelará sórdida y dolorosa.</p><p>Con las hilarantes aportaciones de Catarella y las dosis de genial improvisación con las que Montalbano elude una y otra vez los intentos disciplinarios de sus superiores -ese hatajo de burócratas incompetentes-, <em>La sonrisa de Angelica</em> es una de las aventuras más emocionantes y divertidas de la serie.</p><p><strong>Reseñas:</strong><br /><em>La sonrisa de Angelica</em> transporta al lector a un mundo encantado nunca visto en las entregas precedentes ... vía libre a los cambios de humor, a los celos infundados, a la turbación y, sobre todo, a la poesía.<br />Anna Petrazzuolo, <em>Il Denaro Quotidiano</em></p><p>En pocas palabras, la vida, con toda la ironía que Camilleri le añade. Pero también con toda la tragedia y el sabor de muerte que conllevan los delitos que relata. Esto es lo hermoso de sus libros: mezclan una generosa comprensión de los defectos humanos con una mirada árida, cruda, lúcida, fulminante.<br />Patricia Rusconi, <em>Gente</em></p><p>Los lectores saben que no serán traicionados por el Simenon de Vigta<br />Tuttolibri, <em>La Stampa</em></p><p>En La sonrisa de Angelica se aprecia a un gran Camilleri.<br />M. di Giangiacomo, <em>Alto Adige</em></p>9788498385410_Salamandra(*_*)9788415630173_Penguin Random House Grupo Editorial España9788498385410_9788498385410136.0000x220.0000x15.0000Andrea CamilleriEspañolMéxico2013-06-20T00:00:00+00:00224136.0000220.0000292.000015.0000Salamandrahttps://getbook.kobo.com/koboid-prod-public/randomhousemondadori-epub-59b4151d-0513-425e-9cf7-ae8fae7214cb.epub