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4301769La vida cotidiana durante el estalinismohttps://www.gandhi.com.mx/la-vida-cotidiana-durante-el-estalinismo-9789876299503/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/3995968/3577b189706eeed3900ab548be4c72c5c04f4954_tmp9789876299503.jpg?v=638581569049600000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6568856/9789876299503.jpg?v=638639611273270000513570MXNSiglo XXIInStock/Libros/No ficción//Libros/Este es un libro acerca de la vida en la Rusia urbana en el apogeo del estalinismo. Trata de viviendas comunitarias atestadas, de esposas abandonadas y esposos que no pagaban los alimentos de sus hijos, de falta de comida y ropa, de colas interminables que consumían la jornada de las amas de casa. Trata de la queja popular ante estas condiciones y de cómo reaccionó el gobierno. De los laberínticos trámites burocráticos que convertían la vida cotidiana en una pesadilla, y de las formas en que los ciudadanos de a pie intentaban eludirlos, entre ellas el sistema omnipresente de influencias y conexiones personales. Trata de lo que significaba ser un privilegiado en la sociedad estalinista, o uno de los tantos millones de marginados o parias. Trata de la vigilancia policial y las epidemias de terror.<br/><br/>Con una narrativa vívida, exacta y coral, y con una destreza deslumbrante para reconstruir toda una época, Sheila Fitzpatrick revela cómo, entre fines de los años veinte y comienzos de los treinta, al calor de los planes de industrialización rápida y la colectivización de la agricultura, se produjo una desarticulación social masiva, con el desplazamiento de millones de campesinos a las ciudades y el pasaje de una economía de mercado a una basada en la planificación estatal centralizada. El Estado se convirtió en un regulador incansable de la vida y en el único distribuidor de bienes. Surgió así el Homo Sovieticus, una especie cuyas habilidades más desarrolladas incluían ?cazar y recolectar? en un entorno urbano marcado por la escasez. Para eso movía contactos; era un operador, un oportunista, pero por sobre todas las cosas un sobreviviente. En el marco de un Estado revolucionario que lideraba el derrumbe de las viejas jerarquías y los viejos valores, muchos ?en especial la juventud urbana y los jóvenes campesinos escolarizados que accedían a posiciones antes reservadas a una élite? aceptaron el sacrificio porque veían en el socialismo un proyecto modernizador y un horizonte utópico, la única vía para superar el atraso y alcanzar el porvenir.<br/><br/>Atendiendo a las vicisitudes de una vida cotidiana atravesada por la excepcionalidad y los sobresaltos, pero también a los ?relatos? que circulaban entre los ciudadanos para darle sentido a la dificultad extrema, Sheila Fitzpatrick ha escrito un libro fascinante sobre las estrategias de las personas comunes, entre la desesperación y el cálculo, entre la victimización, la pasividad y las convicciones genuinas.4237362La vida cotidiana durante el estalinismo513570https://www.gandhi.com.mx/la-vida-cotidiana-durante-el-estalinismo-9789876299503/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/3995968/3577b189706eeed3900ab548be4c72c5c04f4954_tmp9789876299503.jpg?v=638581569049600000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/6568856/9789876299503.jpg?v=638639611273270000InStockMXN1FITapa blanda1a Edición20199789876299725_W3siaWQiOiI2MTA4MDIwMS0yY2U3LTQ1MjMtOGRiZS0xYTAyOGMxMDY0OTUiLCJsaXN0UHJpY2UiOjE3OSwiZGlzY291bnQiOjAsInNlbGxpbmdQcmljZSI6MTc5LCJpbmNsdWRlc1RheCI6dHJ1ZSwicHJpY2VUeXBlIjoiV2hvbGVzYWxlIiwiY3VycmVuY3kiOiJNWE4iLCJmcm9tIjoiMjAyNC0wNC0xM1QxMzowMDowMFoiLCJyZWdpb24iOiJNWCIsImlzUHJlb3JkZXIiOmZhbHNlfV0=9789876299503_<span style="color: rgb(0, 0, 0); font-family: averta-regular; font-size: 14px; text-align: start;">Este es un libro acerca de la vida en la Rusia urbana en el apogeo del estalinismo. Trata de viviendas comunitarias atestadas, de esposas abandonadas y esposos que no pagaban los alimentos de sus hijos, de falta de comida y ropa, de colas interminables que consumían la jornada de las amas de casa. Trata de la queja popular ante estas condiciones y de cómo reaccionó el gobierno. De los laberínticos trámites burocráticos que convertían la vida cotidiana en una pesadill</span><span class="truncated" style="border: 0px none; font-size: 14px; vertical-align: baseline; -webkit-font-smoothing: antialiased; margin: 0px; outline: none 0px; padding: 0px; color: rgb(0, 0, 0); font-family: averta-regular; text-align: start;">a, y de las formas en que los ciudadanos de a pie intentaban eludirlos, entre ellas el sistema omnipresente de influencias y conexiones personales. Trata de lo que significaba ser un privilegiado en la sociedad estalinista, o uno de los tantos millones de marginados o parias. Trata de la vigilancia policial y las epidemias de terror. Con una narrativa vívida, exacta y coral, y con una destreza deslumbrante para reconstruir toda una época, Sheila Fitzpatrick revela cómo, entre fines de los años veinte y comienzos de los treinta, al calor de los planes de industrialización rápida y la colectivización de la agricultura, se produjo una desarticulación social masiva, con el desplazamiento de millones de campesinos a las ciudades y el pasaje de una economía de mercado a una basada en la planificación estatal centralizada. El Estado se convirtió en un regulador incansable de la vida y en el único distribuidor de bienes. Surgió así el Homo Sovieticus, una especie cuyas habilidades más desarrolladas incluían “cazar y recolectar” en un entorno urbano marcado por la escasez. Para eso movía contactos; era un operador, un oportunista, pero por sobre todas las cosas un sobreviviente. En el marco de un Estado revolucionario que lideraba el derrumbe de las viejas jerarquías y los viejos valores, muchos –en especial la juventud urbana y los jóvenes campesinos escolarizados que accedían a posiciones antes reservadas a una élite– aceptaron el sacrificio porque veían en el socialismo un proyecto modernizador y un horizonte utópico, la única vía para superar el atraso y alcanzar el porvenir. Atendiendo a las vicisitudes de una vida cotidiana atravesada por la excepcionalidad y los sobresaltos, pero también a los “relatos” que circulaban entre los ciudadanos para darle sentido a la dificultad extrema, Sheila Fitzpatrick ha escrito un libro fascinante sobre las estrategias de las personas comunes, entre la desesperación y el cálculo, entre la victimización, la pasividad y las convicciones genuinas.</span>(*_*)9789876299725_<p>Este es un libro acerca de la vida en la Rusia urbana en el apogeo del estalinismo. Trata de viviendas comunitarias atestadas, de esposas abandonadas y esposos que no pagaban los alimentos de sus hijos, de falta de comida y ropa, de colas interminables que consumían la jornada de las amas de casa. Trata de la queja popular ante estas condiciones y de cómo reaccionó el gobierno. De los laberínticos trámites burocráticos que convertían la vida cotidiana en una pesadilla, y de las formas en que los ciudadanos de a pie intentaban eludirlos, entre ellas el sistema omnipresente de influencias y conexiones personales. Trata de lo que significaba ser un privilegiado en la sociedad estalinista, o uno de los tantos millones de marginados o parias. Trata de la vigilancia policial y las epidemias de terror.</p><p>Sheila Fitzpatrick revela cómo, entre fines de los años veinte y comienzos de los treinta, al calor de los planes de industrialización rápida y la colectivización de la agricultura, se produjo una desarticulación social masiva, con el desplazamiento de millones de campesinos a las ciudades y el pasaje de una economía de mercado a una basada en la planificación estatal centralizada. El Estado se convirtió en un regulador incansable de la vida y en el único distribuidor de bienes. Surgió así el Homo Sovieticus, una especie cuyas habilidades más desarrolladas incluían cazar y recolectar en un entorno urbano marcado por la escasez. Para eso movía contactos; era un operador, un oportunista, pero por sobre todas las cosas un sobreviviente.</p><p>En el marco de un Estado revolucionario que lideraba el derrumbe de las viejas jerarquías y los viejos valores, muchos en especial la juventud urbana y los jóvenes campesinos escolarizados que accedían a posiciones antes reservadas a una élite aceptaron el sacrificio porque veían en el socialismo un proyecto modernizador y un horizonte utópico, la única vía para superar el atraso y alcanzar el porvenir.</p>(*_*)9789876299503_Este es un libro acerca de la vida en la Rusia urbana en el apogeo del estalinismo. Trata de viviendas comunitarias atestadas, de esposas abandonadas y esposos que no pagaban los alimentos de sus hijos, de falta de comida y ropa, de colas interminables que consumían la jornada de las amas de casa. Trata de la queja popular ante estas condiciones y de cómo reaccionó el gobierno. De los laberínticos trámites burocráticos que convertían la vida cotidiana en una pesadilla, y de las formas en que los ciudadanos de a pie intentaban eludirlos, entre ellas el sistema omnipresente de influencias y conexiones personales. Trata de lo que significaba ser un privilegiado en la sociedad estalinista, o uno de los tantos millones de marginados o parias. Trata de la vigilancia policial y las epidemias de terror.<br/><br/>Con una narrativa vívida, exacta y coral, y con una destreza deslumbrante para reconstruir toda una época, Sheila Fitzpatrick revela cómo, entre fines de los años veinte y comienzos de los treinta, al calor de los planes de industrialización rápida y la colectivización de la agricultura, se produjo una desarticulación social masiva, con el desplazamiento de millones de campesinos a las ciudades y el pasaje de una economía de mercado a una basada en la planificación estatal centralizada. El Estado se convirtió en un regulador incansable de la vida y en el único distribuidor de bienes. Surgió así el Homo Sovieticus, una especie cuyas habilidades más desarrolladas incluían ?cazar y recolectar? en un entorno urbano marcado por la escasez. Para eso movía contactos; era un operador, un oportunista, pero por sobre todas las cosas un sobreviviente. En el marco de un Estado revolucionario que lideraba el derrumbe de las viejas jerarquías y los viejos valores, muchos ?en especial la juventud urbana y los jóvenes campesinos escolarizados que accedían a posiciones antes reservadas a una élite? aceptaron el sacrificio porque veían en el socialismo un proyecto modernizador y un horizonte utópico, la única vía para superar el atraso y alcanzar el porvenir.<br/><br/>Atendiendo a las vicisitudes de una vida cotidiana atravesada por la excepcionalidad y los sobresaltos, pero también a los ?relatos? que circulaban entre los ciudadanos para darle sentido a la dificultad extrema, Sheila Fitzpatrick ha escrito un libro fascinante sobre las estrategias de las personas comunes, entre la desesperación y el cálculo, entre la victimización, la pasividad y las convicciones genuinas.9789876299503_Siglo XXI(*_*)9789876299725_Siglo XXI Editoreslibro_electonico_9789876299725_9789876299725;9789876299503_9789876299503155.0000x230.0000x19.0000Sheila FitzpatrickEspañolArgentina2019-01-01T00:00:00+00:00384155.0000230.0000486.000019.0000Siglo XXIhttps://getbook.kobo.com/koboid-prod-public/bookwire_spain2-epub-a8594258-72fa-441f-a930-9ef1bc7e1fb3.epub