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396113Los nombres propioshttps://www.gandhi.com.mx/los-nombres-propios/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1838879/0a2a6371-995b-4d88-afa5-25640df0b91a.jpg?v=638430267072830000MXNSexto pisoOutOfStock/Libros/<h1 class="descrip pos plusdet" id="detprod" style="width: 855.844px; padding: 10px 9px 10px 0px; line-height: 18px; color: rgb(51, 51, 51); margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; background-repeat: no-repeat; background-position: right center; border: thin solid transparent; font-family: "Alegreya Sans"; text-align: left; font-size: 15px !important; background-image: url("") !important;"><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;">¿Quién es Belaundia Fu? Es la mejor amiga de Marta a los siete años, la amiga invisible que se queda con ella cuando las cosas no salen bien y ni siquiera la abuela es capaz de consolarla. Belaundia Fu es la voz sensata, ideal e infalible que, en la adolescencia de Marta, le dice las verdades a la cara: por ejemplo, que ese chico, Charlie, no le conviene. Pero cuando Marta ya ha cumplido veintidós, cuando ya se ha licenciado, cuando está empezando a tomar las decisiones que van a marcar el resto de su vida, ¿qué hace todavía ahí Belaundia Fu? Ahí sigue porque es quien, desde siempre, le ha narrado a Marta su propia historia. ¿Quién es Belaundia Fu?, nos preguntamos, aunque la pregunta verdaderamente importante es: ¿quién es Marta?</span></p><p><span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;">Luminosa y emocionante, <em>Los nombres propios</em> es una indagación sobre la identidad y la relación que establecemos con el mundo que nos rodea. Dominada por una voz narrativa de una madurez excepcional, la primera novela de Marta Jiménez Serrano reflexiona sobre cómo llegamos a convertirnos en quienes somos, sobre el hecho mismo de crecer y la manera en que lo hacemos: aprendiendo a nombrar aquello que nos importa.</span></p></h1>392810Los nombres propios370370https://www.gandhi.com.mx/los-nombres-propios/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1838879/0a2a6371-995b-4d88-afa5-25640df0b91a.jpg?v=638430267072830000OutOfStockMXN0FITapa blanda1a Edición20219788418342257_<h1 class="descrip pos plusdet" id="detprod" style="width: 855.844px; padding: 10px 9px 10px 0px; line-height: 18px; color: rgb(51, 51, 51); margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; background-repeat: no-repeat; background-position: right center; border: thin solid transparent; font-family: "Alegreya Sans"; text-align: left; font-size: 15px !important; background-image: url("") !important;"><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;">¿Quién es Belaundia Fu? Es la mejor amiga de Marta a los siete años, la amiga invisible que se queda con ella cuando las cosas no salen bien y ni siquiera la abuela es capaz de consolarla. Belaundia Fu es la voz sensata, ideal e infalible que, en la adolescencia de Marta, le dice las verdades a la cara: por ejemplo, que ese chico, Charlie, no le conviene. Pero cuando Marta ya ha cumplido veintidós, cuando ya se ha licenciado, cuando está empezando a tomar las decisiones que van a marcar el resto de su vida, ¿qué hace todavía ahí Belaundia Fu? Ahí sigue porque es quien, desde siempre, le ha narrado a Marta su propia historia. ¿Quién es Belaundia Fu?, nos preguntamos, aunque la pregunta verdaderamente importante es: ¿quién es Marta?</span></p><p><span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;">Luminosa y emocionante, <em>Los nombres propios</em> es una indagación sobre la identidad y la relación que establecemos con el mundo que nos rodea. Dominada por una voz narrativa de una madurez excepcional, la primera novela de Marta Jiménez Serrano reflexiona sobre cómo llegamos a convertirnos en quienes somos, sobre el hecho mismo de crecer y la manera en que lo hacemos: aprendiendo a nombrar aquello que nos importa.</span></p></h1>9788418342257_Sexto piso9788418342257_97884183422572.0000x23.0000x15.0000Marta Jiménez SerranoEspañolEspaña2362.000023.000015.0000Sexto piso