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1907543Manuelitahttps://www.gandhi.com.mx/manuelita-1/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1112306/bfd435f6-873b-4f21-8427-f78e7290ed36.jpg?v=638337401630900000199199MXNEmecé ArgentinaInStock/Ebooks/<p>Manuela de Rosas de Terrero, Manuelita, como la llamaban su familia y sus amigos, pero también la gente humilde, los diplomáticos acreditados ante el gobierno de su padre, los viajeros que registraban con trazos más o menos certeros sus vivencias de la Argentina, y los enemigos de aquel diseminados por América del Sur en un penoso ostracismo, proyectó su presencia mucho más allá de su existencia física a través de la biografía, la literatura, el teatro, el cine, la música popular y aun los productos de circulación masiva como el jabón que llevaba su nombre.<br />La mayoría de los opositores a Rosas consideraban a la joven, que adquirió gran protagonismo después de fallecer su madre, como la antítesis del "feroz tirano" a quien responsabilizaban de su pobreza e infortunio en suelo extraño.<br />La "Niña" no solo se transformó en una suerte de primera dama que debió de pronto suscribir cartas de la factura de Rosas que no siempre condecían con su naturaleza pacífica y ecuánime, sino también debía inaugurar obras, visitar cuarteles y buques, amadrinar niños de familias federales, esbozar a desgano algún exótico paso de baile en las fiestas del Barrio del tambor, oír las cuitas de los antiguos emigrados que habían vuelto a la patria con perdón del dictador e interceder, no siempre con éxito, para que se les devolviesen los bienes expropiados. Además, ejerció una sutil diplomacia personal basada en su discreción y gracia, que en ocasiones contribuyó a suavizar situaciones delicadas durante los bloqueos de las aguas argentinas ejercidos por Inglaterra y Francia.<br />Miguel Ángel De Marco, reconocido historiador y biógrafo, refleja la larga vida de Manuelita, tanto en la patria como a través de su prolongado exilio tras la caída de Rosas, tiempo en el que pudo concretar sus anhelos de esposa y madre sin dejar de ser hija solícita, en un libro de atrayente prosa que la retrata como lo que fue: una mujer que en tiempos duros y difíciles supo ser consecuente con su patria y fiel a su destino.</p>...1874401Manuelita199199https://www.gandhi.com.mx/manuelita-1/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1112306/bfd435f6-873b-4f21-8427-f78e7290ed36.jpg?v=638337401630900000InStockMXN99999DIEbook20239789500442268_W3siaWQiOiI0NWY2OWIyNi1mYWUyLTQ5MjktOGI0NC0wMTgxOTNkNWIwZTEiLCJsaXN0UHJpY2UiOjE5OSwiZGlzY291bnQiOjAsInNlbGxpbmdQcmljZSI6MTk5LCJpbmNsdWRlc1RheCI6dHJ1ZSwicHJpY2VUeXBlIjoiQWdlbmN5IiwiY3VycmVuY3kiOiJNWE4iLCJmcm9tIjoiMjAyNC0wNC0xNFQxMzowMDowMFoiLCJyZWdpb24iOiJNWCIsImlzUHJlb3JkZXIiOmZhbHNlfV0=9789500442268_<p>Manuela de Rosas de Terrero, Manuelita, como la llamaban su familia y sus amigos, pero también la gente humilde, los diplomáticos acreditados ante el gobierno de su padre, los viajeros que registraban con trazos más o menos certeros sus vivencias de la Argentina, y los enemigos de aquel diseminados por América del Sur en un penoso ostracismo, proyectó su presencia mucho más allá de su existencia física a través de la biografía, la literatura, el teatro, el cine, la música popular y aun los productos de circulación masiva como el jabón que llevaba su nombre.<br />La mayoría de los opositores a Rosas consideraban a la joven, que adquirió gran protagonismo después de fallecer su madre, como la antítesis del "feroz tirano" a quien responsabilizaban de su pobreza e infortunio en suelo extraño.<br />La "Niña" no solo se transformó en una suerte de primera dama que debió de pronto suscribir cartas de la factura de Rosas que no siempre condecían con su naturaleza pacífica y ecuánime, sino también debía inaugurar obras, visitar cuarteles y buques, amadrinar niños de familias federales, esbozar a desgano algún exótico paso de baile en las fiestas del Barrio del tambor, oír las cuitas de los antiguos emigrados que habían vuelto a la patria con perdón del dictador e interceder, no siempre con éxito, para que se les devolviesen los bienes expropiados. Además, ejerció una sutil diplomacia personal basada en su discreción y gracia, que en ocasiones contribuyó a suavizar situaciones delicadas durante los bloqueos de las aguas argentinas ejercidos por Inglaterra y Francia.<br />Miguel Ángel De Marco, reconocido historiador y biógrafo, refleja la larga vida de Manuelita, tanto en la patria como a través de su prolongado exilio tras la caída de Rosas, tiempo en el que pudo concretar sus anhelos de esposa y madre sin dejar de ser hija solícita, en un libro de atrayente prosa que la retrata como lo que fue: una mujer que en tiempos duros y difíciles supo ser consecuente con su patria y fiel a su destino.</p>...9789500442268_Emecé Argentinalibro_electonico_610c270f-8a72-3581-90fb-8a240691ec05_9789500442268;9789500442268_9789500442268Miguel ÁngelEspañolMéxicohttps://getbook.kobo.com/koboid-prod-public/planeta-epub-fbaee289-1db6-4054-a40c-e39a919e9069.epub2023-03-01T00:00:00+00:00Emecé Argentina