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59530Mujer frente al espejohttps://www.gandhi.com.mx/mujer-frente-al-espejo/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1838356/49166b13-d699-4197-ad2f-231c63a24175.jpg?v=638339018273830000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1836173/49166b13-d699-4197-ad2f-231c63a24175.jpg?v=638339013723830000315315MXNEditorial AdarveInStock/Libros/Una mujer madura de clase acomodada observa detenidamente el jardín a la caída de la tarde. Pone su atención en las celindas del parterre, recién florecidas, antes de verse reflejada en el espejo que forma la puerta acristalada y la inminente llegada de la noche. Su imagen le hace echar la vista atrás a aquella misma tarde recién concluida y a otras muchas tardes. Aquellas en las que la falta de cariño lo suplía el amor de su tía se solapan con la repentina y misteriosa desaparición de su padre, con su estéril matrimonio o con la inconfesable atracción que siente por su hermano. El despertar de la muchacha que no había dejado de ser y los caminos que la habían llevado hasta esa misma tarde parecen estar al doblar la esquina. Intenta contenerse como tantas veces; pensar en algo triste, en algo verdaderamente triste: la muerte de su tía. Pero quizá sea demasiado tarde. El encanto de la muchacha, la poesía que acaba de releer, la lleva de nuevo a aquellas relaciones clandestinas que había mantenido durante su matrimonio, las compartidas con mujeres se ponen en pie con un descaro muy masculino. La compleja sexualidad femenina y sus mil formas de manifestarse son el leitmotiv de la historia que se desarrolla a partir de aquella tarde de junio del año en el que el cometa Halley nos visitó por última vez.62521Mujer frente al espejo315315https://www.gandhi.com.mx/mujer-frente-al-espejo/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1838356/49166b13-d699-4197-ad2f-231c63a24175.jpg?v=638339018273830000https://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1836173/49166b13-d699-4197-ad2f-231c63a24175.jpg?v=638339013723830000InStockMXN99999PO_FograTapa blanda1a Edición20219788418663864_Una mujer madura de clase acomodada observa detenidamente el jardín a la caída de la tarde. Pone su atención en las celindas del parterre, recién florecidas, antes de verse reflejada en el espejo que forma la puerta acristalada y la inminente llegada de la noche. Su imagen le hace echar la vista atrás a aquella misma tarde recién concluida y a otras muchas tardes. Aquellas en las que la falta de cariño lo suplía el amor de su tía se solapan con la repentina y misteriosa desaparición de su padre, con su estéril matrimonio o con la inconfesable atracción que siente por su hermano. El despertar de la muchacha que no había dejado de ser y los caminos que la habían llevado hasta esa misma tarde parecen estar al doblar la esquina. Intenta contenerse como tantas veces; pensar en algo triste, en algo verdaderamente triste: la muerte de su tía. Pero quizá sea demasiado tarde. El encanto de la muchacha, la poesía que acaba de releer, la lleva de nuevo a aquellas relaciones clandestinas que había mantenido durante su matrimonio, las compartidas con mujeres se ponen en pie con un descaro muy masculino. La compleja sexualidad femenina y sus mil formas de manifestarse son el leitmotiv de la historia que se desarrolla a partir de aquella tarde de junio del año en el que el cometa Halley nos visitó por última vez.9788418663864_Editorial Adarveimpresion_bajo_demanda9788418663864_9788418663864Pedro PeñuelaEspañolMéxico2021-05-11T00:00:00+00:0019415.00000.288015.0000Editorial Adarve