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5022067Nada menos que todo un hombrehttps://www.gandhi.com.mx/nada-menos-que-todo-un-hombre-9798882409431/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/4568306/image.jpg?v=6385441045089700009494MXNGandhiInStock/Audiolibros/<p>La fama de la hermosura de Julia estaba esparcida por toda la comarca que ceñía a la vieja ciudad de Renada; era Julia algo así como su belleza oficial, o como un monumento más, pero viviente y fresco, entre los tesoros arquitectónicos de la capital. Voy a Renada decían algunosa ver la catedral y a ver a Julia Yáñez. Había en los ojos de la hermosa como un agüero de tragedia. Su porte inquietaba a cuantos la miraban.</p><p>Los viejos se entristecian al verla pasar, arrastrando tras si las miradas de todos, y los mozos se dormían aquella noche más tarde. Y ella, consciente de su poder, sentia sobre sí la pesadumbre de un porvenir fatal. Una voz muy recóndita, escapada de lo más profundo de su conciencia, parecía decirle: ¡Tu hermosura te perderá! Y distraía para no oírla.</p><p>El padre de la hermosura regional, don Victorino Yáñcz, sujeto de muy brumosos antecedentes morales, tenía puestas en la hija todas sus últimas y definitivas esperanzas de redención económica. Era agente de negocios, y éstos le iban de mal en peor. Su último y supremo negocio, la última carta que le quedaba por jugar, era la hija. Tenía también un hijo; pero era cosa perdida, y hacía tiempo que ignoraba su paradero.</p>...4753733Nada menos que todo un hombre9494https://www.gandhi.com.mx/nada-menos-que-todo-un-hombre-9798882409431/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/4568306/image.jpg?v=638544104508970000InStockMXN99999DIAudiolibro20249798882409431_W3siaWQiOiI5MjBhOTg5OC0zYzM0LTQ4MGItYjY5ZS1kYjI3M2Y4ZDc5YTUiLCJsaXN0UHJpY2UiOjk5LCJkaXNjb3VudCI6MCwic2VsbGluZ1ByaWNlIjo5OSwiaW5jbHVkZXNUYXgiOnRydWUsInByaWNlVHlwZSI6Ildob2xlc2FsZSIsImN1cnJlbmN5IjoiTVhOIiwiZnJvbSI6IjIwMjQtMDgtMjdUMTE6MDA6MDBaIiwidG8iOiIyMDI0LTA5LTE1VDIzOjU5OjU5WiIsInJlZ2lvbiI6Ik1YIiwiaXNQcmVvcmRlciI6ZmFsc2UsImlzRWxpZ2libGVGb3JDcmVkaXRUcmlhbCI6dHJ1ZSwiY3JlZGl0UHVyY2hhc2VQcmljZSI6MX0seyJpZCI6ImQyY2NiZGI0LWRhNDEtNDY0OC05YjI5LWJmNzkyNjhmM2JhNiIsImxpc3RQcmljZSI6OTQsImRpc2NvdW50IjowLCJzZWxsaW5nUHJpY2UiOjk0LCJpbmNsdWRlc1RheCI6dHJ1ZSwicHJpY2VUeXBlIjoiV2hvbGVzYWxlIiwiY3VycmVuY3kiOiJNWE4iLCJmcm9tIjoiMjAyNC0wOS0xNlQwMDowMDowMFoiLCJyZWdpb24iOiJNWCIsImlzUHJlb3JkZXIiOmZhbHNlLCJpc0VsaWdpYmxlRm9yQ3JlZGl0VHJpYWwiOnRydWUsImNyZWRpdFB1cmNoYXNlUHJpY2UiOjF9XQ==9798882409431_<p>La fama de la hermosura de Julia estaba esparcida por toda la comarca que ceñía a la vieja ciudad de Renada; era Julia algo así como su belleza oficial, o como un monumento más, pero viviente y fresco, entre los tesoros arquitectónicos de la capital. Voy a Renada decían algunosa ver la catedral y a ver a Julia Yáñez. Había en los ojos de la hermosa como un agüero de tragedia. Su porte inquietaba a cuantos la miraban.</p><p>Los viejos se entristecian al verla pasar, arrastrando tras si las miradas de todos, y los mozos se dormían aquella noche más tarde. Y ella, consciente de su poder, sentia sobre sí la pesadumbre de un porvenir fatal. Una voz muy recóndita, escapada de lo más profundo de su conciencia, parecía decirle: ¡Tu hermosura te perderá! Y distraía para no oírla.</p><p>El padre de la hermosura regional, don Victorino Yáñcz, sujeto de muy brumosos antecedentes morales, tenía puestas en la hija todas sus últimas y definitivas esperanzas de redención económica. Era agente de negocios, y éstos le iban de mal en peor. Su último y supremo negocio, la última carta que le quedaba por jugar, era la hija. Tenía también un hijo; pero era cosa perdida, y hacía tiempo que ignoraba su paradero.</p>...9798882409431_Vocesaudiolibro_9798882409431_9798882409431Miguel deEspañolMéxicoNoMINUTE2024-06-13T00:00:00+00:00Voces