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2247457Opendoorhttps://www.gandhi.com.mx/opendoor-401/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1905547/9478f693-7c7d-4f76-a85c-b19cea9ca1d9.jpg?v=638342142469300000109109MXNCABALLO DE TROYAInStock/Ebooks/<p><strong>Un viaje. Una escapatoria. Un reencuentro con la vida.</strong></p><p><strong><em>Opendoor</em> es la aplaudida ópera prima del argentino Iosi Havilio.</strong></p><p>Aviso de lectura</p><p><em>Mi amiga Marta está estudiando un máster en Recursos Humanos.</em><br />- ¿Qué os enseñan ahí?<br />- A no querer a nadie.</p><p>Al oírla pensé que era un poco tonto pagar una pasta por algo que aquí y ahora y mientras todo siga igual - <em>capitalismo sálvese quien pueda</em>- es ya enseñanza que la vida día a día nos ofrece gratis.</p><p>Esta novela nos cuenta sus efectos. Lo hace narrativamente: una joven que trabaja en una clínica veterinaria y cuyo nombre nunca sabremos conoce a otra joven, Aída, y se enamoran o algo parecido. Un día mientras pasean por el barrio bonaerense de La Boca su novia desaparece y más tarde cree reconocerla en la figura de un cuerpo que se arroja a las aguas profundas y corrompidas del riachuelo porteño.</p><p>Viaja hasta las proximidades de un pueblo llamado Opendoor -en su origen una clínica psiquiátrica creada de modo experimental- para visitar a un caballo enfermo y se queda a vivir y convivir con Jaime, el extraño, tosco y torpe dueño del animal. Luego encuentra, desea y ama, o algo parecido, a Eloísa, bruta, hermosa, elemental, que solo pienso en tocar, tocar y tocar, apenas una adolescente y ya un ser a la intemperie por cuya cabeza no pasan esas preguntas -¿Quién soy? ¿Adónde voy? ¿De dónde vengo?- con las que el viejo humanismo trató de educarnos.</p><p>La historia sigue. Sin tremendismos. Con la tranquilidad de un esquiador que se desliza ignorante hacia un precipicio.</p><p><em>Al despedirnos Marta me da un beso y le pregunto:</em><br />-Y tú, ¿lo has conseguido?<br />-No, de momento no consigo dejar de quererme. Nadie es perfecto.</p><p><strong>Críticas:</strong><br />Iosi Havilio, a partir de un lujurioso manejo del relato, logra hacer de <em>Opendoor</em> un debut promisorio.<br />Juan Pablo Bertazza, <em>Página 12</em></p><p>Sin duda se trata de uno de los grandes narradores argentinos surgidos en los últimos tiempos.<br />Martín Caamaño, <em>los inRocks</em></p>...2077179Opendoor109109https://www.gandhi.com.mx/opendoor-401/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/1905547/9478f693-7c7d-4f76-a85c-b19cea9ca1d9.jpg?v=638342142469300000InStockMXN99999DIEbook20119788496594906_W3siaWQiOiI4ZTc2MzBhMy1hZWVmLTQ5NmUtYjAyYS0xYThiMzFhMTQ4NWEiLCJsaXN0UHJpY2UiOjEwOSwiZGlzY291bnQiOjAsInNlbGxpbmdQcmljZSI6MTA5LCJpbmNsdWRlc1RheCI6dHJ1ZSwicHJpY2VUeXBlIjoiQWdlbmN5IiwiY3VycmVuY3kiOiJNWE4iLCJmcm9tIjoiMjAyNC0wNy0xM1QwMTowMDowMFoiLCJyZWdpb24iOiJNWCIsImlzUHJlb3JkZXIiOmZhbHNlfV0=9788496594906_<p><strong>Un viaje. Una escapatoria. Un reencuentro con la vida.</strong></p><p><strong><em>Opendoor</em> es la aplaudida ópera prima del argentino Iosi Havilio.</strong></p><p>Aviso de lectura</p><p><em>Mi amiga Marta está estudiando un máster en Recursos Humanos.</em><br />- ¿Qué os enseñan ahí?<br />- A no querer a nadie.</p><p>Al oírla pensé que era un poco tonto pagar una pasta por algo que aquí y ahora y mientras todo siga igual -<em>capitalismo sálvese quien pueda</em>- es ya enseñanza que la vida día a día nos ofrece gratis.</p><p>Esta novela nos cuenta sus efectos. Lo hace narrativamente: una joven que trabaja en una clínica veterinaria y cuyo nombre nunca sabremos conoce a otra joven, Aída, y se enamoran o algo parecido. Un día mientras pasean por el barrio bonaerense de La Boca su novia desaparece y más tarde cree reconocerla en la figura de un cuerpo que se arroja a las aguas profundas y corrompidas del riachuelo porteño.</p><p>Viaja hasta las proximidades de un pueblo llamado Opendoor -en su origen una clínica psiquiátrica creada de modo experimental- para visitar a un caballo enfermo y se queda a vivir y convivir con Jaime, el extraño, tosco y torpe dueño del animal. Luego encuentra, desea y ama, o algo parecido, a Eloísa, bruta, hermosa, elemental, que solo pienso en tocar, tocar y tocar, apenas una adolescente y ya un ser a la intemperie por cuya cabeza no pasan esas preguntas -¿Quién soy? ¿Adónde voy? ¿De dónde vengo?- con las que el viejo humanismo trató de educarnos.</p><p>La historia sigue. Sin tremendismos. Con la tranquilidad de un esquiador que se desliza ignorante hacia un precipicio.</p><p><em>Al despedirnos Marta me da un beso y le pregunto:</em><br />-Y tú, ¿lo has conseguido?<br />-No, de momento no consigo dejar de quererme. Nadie es perfecto.</p><p><strong>Críticas:</strong><br />Iosi Havilio, a partir de un lujurioso manejo del relato, logra hacer de <em>Opendoor</em> un debut promisorio.<br />Juan Pablo Bertazza, <em>Página 12</em></p><p>Sin duda se trata de uno de los grandes narradores argentinos surgidos en los últimos tiempos.<br />Martín Caamaño, <em>los inRocks</em></p>(*_*)9788496594906_<p><strong>Un viaje. Una escapatoria. Un reencuentro con la vida.</strong></p><p><strong><em>Opendoor</em> es la aplaudida ópera prima del argentino Iosi Havilio.</strong></p><p>Aviso de lectura</p><p><em>Mi amiga Marta está estudiando un máster en Recursos Humanos.</em><br />- ¿Qué os enseñan ahí?<br />- A no querer a nadie.</p><p>Al oírla pensé que era un poco tonto pagar una pasta por algo que aquí y ahora y mientras todo siga igual - <em>capitalismo sálvese quien pueda</em>- es ya enseñanza que la vida día a día nos ofrece gratis.</p><p>Esta novela nos cuenta sus efectos. Lo hace narrativamente: una joven que trabaja en una clínica veterinaria y cuyo nombre nunca sabremos conoce a otra joven, Aída, y se enamoran o algo parecido. Un día mientras pasean por el barrio bonaerense de La Boca su novia desaparece y más tarde cree reconocerla en la figura de un cuerpo que se arroja a las aguas profundas y corrompidas del riachuelo porteño.</p><p>Viaja hasta las proximidades de un pueblo llamado Opendoor -en su origen una clínica psiquiátrica creada de modo experimental- para visitar a un caballo enfermo y se queda a vivir y convivir con Jaime, el extraño, tosco y torpe dueño del animal. Luego encuentra, desea y ama, o algo parecido, a Eloísa, bruta, hermosa, elemental, que solo pienso en tocar, tocar y tocar, apenas una adolescente y ya un ser a la intemperie por cuya cabeza no pasan esas preguntas -¿Quién soy? ¿Adónde voy? ¿De dónde vengo?- con las que el viejo humanismo trató de educarnos.</p><p>La historia sigue. Sin tremendismos. Con la tranquilidad de un esquiador que se desliza ignorante hacia un precipicio.</p><p><em>Al despedirnos Marta me da un beso y le pregunto:</em><br />-Y tú, ¿lo has conseguido?<br />-No, de momento no consigo dejar de quererme. Nadie es perfecto.</p><p><strong>Críticas:</strong><br />Iosi Havilio, a partir de un lujurioso manejo del relato, logra hacer de <em>Opendoor</em> un debut promisorio.<br />Juan Pablo Bertazza, <em>Página 12</em></p><p>Sin duda se trata de uno de los grandes narradores argentinos surgidos en los últimos tiempos.<br />Martín Caamaño, <em>los inRocks</em></p>...9788496594906_Penguin Random House Grupo Editorial España(*_*)9788496594906_CABALLO DE TROYAlibro_electonico_30ab0038-ade1-4753-98e9-707c9020c741_9788496594906;9788496594906_9788496594906Iosi HavilioEspañolMéxicoCABALLO DE TROYAhttps://getbook.kobo.com/koboid-prod-public/randomhousemondadori-epub-8a28f1ce-5fb2-4a80-86ae-586a0c474667.epub2011-02-18T00:00:00+00:00