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2318630Pecadores en las manos de un Dios airadohttps://www.gandhi.com.mx/pecadores-en-las-manos-de-un-dios-airado-9781794743694/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/3981847/f45a9091-4495-49ec-a7bb-e953c64ca555.jpg?v=638386168967000000MXNFELIPE CHAVARRO POLANÍAOutOfStock/Audiolibros/<p>Edwards y el Gran Despertar</p><p>Según una tradición, no estaba programado que Edwards predicara en la capilla de Enfield el 8 de Julio [1741], pero lo hizo en sustitución de otro predicador. Aparentemente, el Gran Despertar no había llegado aún al distrito y reinaba allí una total indiferencia de que sucediera o no, tanto que cristianos de distritos vecinos habían dedicado casi toda la noche anterior a la oración, no fuera que "mientras las lluvias divinas sucedían todo alrededor", no las hubiera en Enfield. Edwards tomó como su texto Deuteronomio 32:35: "A su tiempo su pie resbalará", repitiendo un sermón que había predicado en su propia iglesia poco antes sobre el tema: Pecadores en manos de un Dios airado". [Eleazer] Wheelock reportó a [Benjamín] Trumbull cómo los presentes, que había caracterizado como "indiferente y presumida, tanto habían cambiado antes de finalizado el sermón que se habían humillado con una convicción tremenda de su pecado y peligro". - Iain Murray, Jonathan Edwards: A New Biography (Edinburgo, Banner of Truth, 1987), 168.</p><p>La predicación por medio de la cual el espíritu de estupor fue abatido en la década de 1730, era escrutadora y convincente. Se estaba levantando un grupo de hombres para quienes la gravedad del pecado, la posibilidad de una profesión falsa de fe en Cristo y la indiferencia de un mundo perdido les era una carga apremiante. Detrás de sus declaraciones públicas estaba su visión de Dios y de la eternidad. Sus valles de humillación personal se habían convertido en valles de visión y, como dijera alguien que siguió en los pasos de Edwards siglos después: "Cuando los pastores captan una vista del valle de visión, y del abismo sin fondo en el cual cada hueso se va hundiendo, sienten que es importante advertir y alarmar a los pecadores, y solo entonces predican para muerte, predican para la eternidad, predican para el tribunal de Dios, predican para el cielo y predican también para el infierno". - Ibid, 133.</p><p><strong>Please note: This audiobook is in Spanish.</strong></p><p>2013 Chapel Library (P)2020 Felipe Chavarro Polanía</p>...2254618Pecadores en las manos de un Dios airado00https://www.gandhi.com.mx/pecadores-en-las-manos-de-un-dios-airado-9781794743694/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/3981847/f45a9091-4495-49ec-a7bb-e953c64ca555.jpg?v=638386168967000000OutOfStockMXN0DIAudiolibro20209781794743694_W3siaWQiOiJmMTczMDdlZi1jN2UxLTQzMmQtOWE0NC1iM2EwMjUyNWE4OTciLCJsaXN0UHJpY2UiOjQ1LCJkaXNjb3VudCI6MCwic2VsbGluZ1ByaWNlIjo0NSwiaW5jbHVkZXNUYXgiOnRydWUsInByaWNlVHlwZSI6IklwcCIsImN1cnJlbmN5IjoiTVhOIiwiZnJvbSI6IjIwMjQtMDUtMjNUMjA6MDA6MDBaIiwicmVnaW9uIjoiTVgiLCJpc1ByZW9yZGVyIjpmYWxzZSwiaXNFbGlnaWJsZUZvckNyZWRpdFRyaWFsIjp0cnVlLCJjcmVkaXRQdXJjaGFzZVByaWNlIjoxfV0=9781794743694_<p>Edwards y el Gran Despertar</p><p>Según una tradición, no estaba programado que Edwards predicara en la capilla de Enfield el 8 de Julio 1741, pero lo hizo en sustitución de otro predicador. Aparentemente, el Gran Despertar no había llegado aún al distrito y reinaba allí una total indiferencia de que sucediera o no, tanto que cristianos de distritos vecinos habían dedicado casi toda la noche anterior a la oración, no fuera que mientras las lluvias divinas sucedían todo alrededor, no las hubiera en Enfield. Edwards tomó como su texto Deuteronomio 32:35: A su tiempo su pie resbalará, repitiendo un sermón que había predicado en su propia iglesia poco antes sobre el tema: Pecadores en manos de un Dios airado. Eleazer Wheelock reportó a Benjamín Trumbull cómo los presentes, que había caracterizado como indiferente y presumida, tanto habían cambiado antes de finalizado el sermón que se habían humillado con una convicción tremenda de su pecado y peligro. - Iain Murray, Jonathan Edwards: A New Biography (Edinburgo, Banner of Truth, 1987), 168.</p><p>La predicación por medio de la cual el espíritu de estupor fue abatido en la década de 1730, era escrutadora y convincente. Se estaba levantando un grupo de hombres para quienes la gravedad del pecado, la posibilidad de una profesión falsa de fe en Cristo y la indiferencia de un mundo perdido les era una carga apremiante. Detrás de sus declaraciones públicas estaba su visión de Dios y de la eternidad. Sus valles de humillación personal se habían convertido en valles de visión y, como dijera alguien que siguió en los pasos de Edwards siglos después: Cuando los pastores captan una vista del valle de visión, y del abismo sin fondo en el cual cada hueso se va hundiendo, sienten que es importante advertir y alarmar a los pecadores, y solo entonces predican para muerte, predican para la eternidad, predican para el tribunal de Dios, predican para el cielo y predican también para el infierno. - Ibid, 133.</p><p><strong>Please note: This audiobook is in Spanish.</strong></p><p>2013 Chapel Library (P)2020 Felipe Chavarro Polanía</p>(*_*)9781794743694_<p>Edwards y el Gran Despertar</p><p>Según una tradición, no estaba programado que Edwards predicara en la capilla de Enfield el 8 de Julio [1741], pero lo hizo en sustitución de otro predicador. Aparentemente, el Gran Despertar no había llegado aún al distrito y reinaba allí una total indiferencia de que sucediera o no, tanto que cristianos de distritos vecinos habían dedicado casi toda la noche anterior a la oración, no fuera que "mientras las lluvias divinas sucedían todo alrededor", no las hubiera en Enfield. Edwards tomó como su texto Deuteronomio 32:35: "A su tiempo su pie resbalará", repitiendo un sermón que había predicado en su propia iglesia poco antes sobre el tema: Pecadores en manos de un Dios airado". [Eleazer] Wheelock reportó a [Benjamín] Trumbull cómo los presentes, que había caracterizado como "indiferente y presumida, tanto habían cambiado antes de finalizado el sermón que se habían humillado con una convicción tremenda de su pecado y peligro". - Iain Murray, Jonathan Edwards: A New Biography (Edinburgo, Banner of Truth, 1987), 168.</p><p>La predicación por medio de la cual el espíritu de estupor fue abatido en la década de 1730, era escrutadora y convincente. Se estaba levantando un grupo de hombres para quienes la gravedad del pecado, la posibilidad de una profesión falsa de fe en Cristo y la indiferencia de un mundo perdido les era una carga apremiante. Detrás de sus declaraciones públicas estaba su visión de Dios y de la eternidad. Sus valles de humillación personal se habían convertido en valles de visión y, como dijera alguien que siguió en los pasos de Edwards siglos después: "Cuando los pastores captan una vista del valle de visión, y del abismo sin fondo en el cual cada hueso se va hundiendo, sienten que es importante advertir y alarmar a los pecadores, y solo entonces predican para muerte, predican para la eternidad, predican para el tribunal de Dios, predican para el cielo y predican también para el infierno". - Ibid, 133.</p><p><strong>Please note: This audiobook is in Spanish.</strong></p><p>2013 Chapel Library (P)2020 Felipe Chavarro Polanía</p>...9781794743694_FELIPE CHAVARRO POLANÍAaudiolibro_8ab6c915-7c17-3127-9ebb-c15b2f59aa58_9781794743694;9781794743694_9781794743694Jonathan EdwardsEspañolMéxicoNoMINUTE2020-03-18T00:00:00+00:00FELIPE CHAVARRO POLANÍA