product
1240298PSICOLOQUÍAhttps://www.gandhi.com.mx/psicoloquia/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/207476/0e4dc3a2-3d2f-46f8-9c92-e7e0fdc6718a.jpg?v=6383338094566000007474MXNCuauhtémoc PonceInStock/Ebooks/<p>No sé exactamente cuándo comenzó, ni cuál fue el verdadero detonante. Tal vez fue la mezcla de varios sucesos, pensamientos y sentimientos que, juntos, lograron romper las cadenas del demonio que todos llevamos dentro. Tal vez fue la rutina, el extremo aislamiento y la soledad impuesta por mí mismo. Porque yo fui quien provocó que una noche saliera mi asesino, mi verdugo que por muchos años me susurró cada noche al oído: Quítate la vida, ya no queda nada por hacer Sí, lo recuerdo bien, ese sería el primer pensamiento suicida que quiso matarme, y por poco lo logra.</p><p>Según la Organización Mundial de la Salud, cada año más de ochocientas mil personas se quitan la vida, esa cifra no es nada comparada con los millones que sufren de pensamientos suicidas.</p>...1228369PSICOLOQUÍA7474https://www.gandhi.com.mx/psicoloquia/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/207476/0e4dc3a2-3d2f-46f8-9c92-e7e0fdc6718a.jpg?v=638333809456600000InStockMXN99999DIEbook20221230005935727_W3siaWQiOiIxODUxZGQwMS0wMDgyLTRmYjEtYjkzYy03ZGVlZjA2ZDE0YTQiLCJsaXN0UHJpY2UiOjc4LCJkaXNjb3VudCI6MCwic2VsbGluZ1ByaWNlIjo3OCwiaW5jbHVkZXNUYXgiOnRydWUsInByaWNlVHlwZSI6IklwcCIsImN1cnJlbmN5IjoiTVhOIiwiZnJvbSI6IjIwMjUtMDYtMDZUMTU6MDA6MDBaIiwidG8iOiIyMDI1LTA2LTMwVDIzOjU5OjU5WiIsInJlZ2lvbiI6Ik1YIiwiaXNQcmVvcmRlciI6ZmFsc2V9LHsiaWQiOiI4OGQ4MjhiYi1lN2RkLTQzNzEtYWU2YS04MDU0ZGI1MGI1YzciLCJsaXN0UHJpY2UiOjc0LCJkaXNjb3VudCI6MCwic2VsbGluZ1ByaWNlIjo3NCwiaW5jbHVkZXNUYXgiOnRydWUsInByaWNlVHlwZSI6IklwcCIsImN1cnJlbmN5IjoiTVhOIiwiZnJvbSI6IjIwMjUtMDctMDFUMDA6MDA6MDBaIiwicmVnaW9uIjoiTVgiLCJpc1ByZW9yZGVyIjpmYWxzZX1d1230005935727_<p>No sé exactamente cuándo comenzó, ni cuál fue el verdadero detonante. Tal vez fue la mezcla de varios sucesos, pensamientos y sentimientos que, juntos, lograron romper las cadenas del demonio que todos llevamos dentro. Tal vez fue la rutina, el extremo aislamiento y la soledad impuesta por mí mismo. Porque yo fui quien provocó que una noche saliera mi asesino, mi verdugo que por muchos años me susurró cada noche al oído: Quítate la vida, ya no queda nada por hacer Sí, lo recuerdo bien, ese sería el primer pensamiento suicida que quiso matarme, y por poco lo logra.</p><p>Según la Organización Mundial de la Salud, cada año más de ochocientas mil personas se quitan la vida, esa cifra no es nada comparada con los millones que sufren de pensamientos suicidas.</p>...1230005935727_Cuauhtémoc Poncelibro_electonico_ecd0d05c-ab3d-340b-91d6-9c34bcca20b8_1230005935727;1230005935727_1230005935727Cuauhtémoc PonceEspañolMéxicohttps://getbook.kobo.com/koboid-prod-public/a435db93-39b2-4a7d-ad08-8ba7838e50f4-epub-bc92756e-2742-4159-989c-aea24f6a8763.epub2022-11-15T00:00:00+00:00Cuauhtémoc Ponce