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7605897Zen y física cuánticahttps://www.gandhi.com.mx/zen-y-fisica-cuantica-1230009148826/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/7230854/image.jpg?v=638865614739570000150150MXNBruno Del Medico EditoreInStock/Ebooks/7216604Zen y física cuántica150150https://www.gandhi.com.mx/zen-y-fisica-cuantica-1230009148826/phttps://gandhi.vtexassets.com/arquivos/ids/7230854/image.jpg?v=638865614739570000InStockMXN99999DIEbook20251230009148826_W3siaWQiOiJhZGI5M2UwOC04ZjIwLTQ5ZjUtOTI5NS1lNWNiOTc3ODg3YzEiLCJsaXN0UHJpY2UiOjE0OCwiZGlzY291bnQiOjAsInNlbGxpbmdQcmljZSI6MTQ4LCJpbmNsdWRlc1RheCI6dHJ1ZSwicHJpY2VUeXBlIjoiSXBwIiwiY3VycmVuY3kiOiJNWE4iLCJmcm9tIjoiMjAyNS0wNi0yNlQxNjowMDowMFoiLCJ0byI6IjIwMjUtMDYtMzBUMjM6NTk6NTlaIiwicmVnaW9uIjoiTVgiLCJpc1ByZW9yZGVyIjpmYWxzZX0seyJpZCI6ImM0N2Y5YTcxLTY5N2UtNDZkNS1hMDIzLTFiYzFmNDYzZmUwZSIsImxpc3RQcmljZSI6MTUwLCJkaXNjb3VudCI6MCwic2VsbGluZ1ByaWNlIjoxNTAsImluY2x1ZGVzVGF4Ijp0cnVlLCJwcmljZVR5cGUiOiJJcHAiLCJjdXJyZW5jeSI6Ik1YTiIsImZyb20iOiIyMDI1LTA3LTAxVDAwOjAwOjAwWiIsInJlZ2lvbiI6Ik1YIiwiaXNQcmVvcmRlciI6ZmFsc2V9XQ==1230009148826_<p>El encuentro entre la filosofía zen y la física cuántica no es sólo una curiosa convergencia de Oriente y Occidente, de espiritualidad y ciencia. Por el contrario, es una oportunidad para un diálogo profundo entre dos visiones del mundo que, aunque nacidas en contextos radicalmente distintos, han llegado a cuestionarse, cada una a su manera, las mismas cuestiones fundamentales sobre la realidad, la percepción y la conciencia.</p><p>El monje zen pasea por los jardines de Kioto. El físico deambula, inquieto, por los laboratorios de Ginebra. Ambos buscan respuestas, ambos abrazan el misterio. El maestro Eihei Dogen, en el siglo XIII, escribe en su "Shobogenzo" que "la Vía es fundamentalmente perfecta y penetra en el todo. Pero, ¿quién la reconoce?". Unos siglos más tarde, Niels Bohr, entre los creadores de la física cuántica, afirma: "Quien no se sorprenda por la teoría cuántica, no la ha comprendido realmente." En estas dos frases emerge una urgencia idéntica: la realidad nunca es lo que parece a primera vista. Las apariencias traicionan, la verdad se oculta bajo el velo de la costumbre.</p><p>La filosofía zen cultiva el arte de la paradoja. Sus koan rompen la lógica ordinaria y abren atisbos de silencio. La física cuántica habla el lenguaje de los experimentos que contradicen el sentido común. En 1927, en Solvay, Einstein desafía a Bohr: "Dios no juega a los dados con el universo". Pero la realidad responde con la imprevisibilidad de las partículas, con el misterio del observador que cambia el mundo observado. Los laboratorios se convierten en templos, la meditación se asemeja a un viaje a lo invisible.</p><p>Hay un delgado hilo que une, a través de los siglos y las culturas, el monasterio zen y el laboratorio científico. Ambos celebran la incertidumbre. Ambos cuestionan el dogma. El zen invita a abandonar las palabras y vivir de la experiencia directa. La física cuántica desenmascara la rigidez de las categorías y demuestra que el átomo, el tiempo, incluso el espacio, no son absolutos, sino que parecen mutables y relacionales.</p><p>Heisenberg, padre del principio de incertidumbre, encontró consuelo en las lecturas orientales. Schrdinger leyó los Upanishads indios y meditó sobre el concepto de unidad. El físico Fritjof Capra, de viaje en los años setenta entre la India y América, escribió "El Tao de la Física", y habla de una danza cósmica que abarca partículas y meditadores, científicos y monjes.</p><p>Hoy en día, el diálogo no se limita a los libros. Los templos zen de Occidente acogen a científicos en retiro. Los laboratorios fronterizos invitan a filósofos y meditadores. En Ginebra, en el CERN, las preguntas sobre el origen del universo se entrecruzan con dilemas que recuerdan a la meditación zen: ¿quién observa, quién es observado?</p><p>Esta es la historia de un diálogo silencioso pero poderoso. Es la historia de hombres y mujeres que se atrevieron a pensar lo invisible, cuestionar lo absoluto y dar la bienvenida a la incertidumbre. La filosofía zen y la física cuántica, cada una a su manera, son dos llaves para abrir la misma puerta. Tras ese umbral, el vacío no es ausencia, sino potencial infinito. La realidad no es una, sino múltiple. El asombro de se convierte en método, y la sencillez se revela como el más difícil de los logros.</p>...1230009148826_Bruno Del Medico Editorelibro_electonico_1230009148826_1230009148826Bruno DelEspañolMéxicohttps://getbook.kobo.com/koboid-prod-public/906ddbe5-cf16-4e00-b4b5-aad4c6291c3a-epub-5ff13d8f-e430-4109-83f8-ea5b6707d4cc.epub2025-06-24T00:00:00+00:00Bruno Del Medico Editore